Pretendida metáfora de la sociedad peruana, “Las mejores familias”, un culebrón viejuno que el país latinoamericano presenta como candidato al mejor largometraje extranjero en los próximos Premio Goya 2023, es una historia muy teatral de familia con cadáver en el armario; es decir, más o menos como todas.
La revelación de un secreto guardado durante tres décadas
convulsiona el día a día de dos familias de clase alta en Lima, la capital peruana. Dos familias que en
realidad son una, ya que se trata de las formadas por dos hermanas –que la
promoción define como “dos damas aristocráticas” y que en la realidad carecen
de la más mínima elegancia, su
apariencia es bastante hortera- que habitan en sendas mansiones del mismo
condominio comunicadas por el jardín. La celebración de un cumpleaños reúne a
todos los miembros de ambos clanes, incluidas las empleadas domésticas de las
dos casas, también hermanas, y el hijo de una de las “damas” que se presenta
como “un escritor peruano que vive en Madrid”, quien ha volado desde la capital
de España con su novia y que piensa aprovechar el festejo para pedirle
matrimonio.
Con frecuencia me planteo si algunos realizadores no creen
que la que acaban de hacer será su última película, y que esa sensación les lleva
a situar en ella todas sus preocupaciones, y todos los mensajes que quieren
enviar al mundo. Este es uno de esos casos. El realizador de “Las mejores
familias” (1), Javier Fuentes-León (“Contracorriente”, “El elefante
desaparecido”), reflexiona sobre la homosexualidad y la bisexualidad y también
sobre las clases sociales y las varias formas – incluido el abuso sexual- que
pueda adoptar la explotación del servicio doméstico en los ambientes que,
además, presumen de que tratarles “como si fueran de la familia”; una frase que,
en este caso, como mínimo tiene una
doble lectura.
“Las mejores familias”, estrenada en el último Festival de
Málaga, opone a dos parejas de hermanas, una de señoras y otra de criadas que,
con motivo del festejo familiar, participan casi involuntariamente de la
revelación del secreto mantenido durante varias décadas: unos hechos que
colocan al bando de los señores en una situación difícil de explicar, y a las
domésticas en una vergüenza que los años no han borrado. Al mismo tiempo, al
otro lado del jardín que protege la vida de todos los personajes de esta
historia, en la calle se están produciendo violentas manifestaciones de
protesta que no alcanzan a perturbar al clan familiar.
El reparto, muy coral y un tanto confuso, de “Las mejores
familias” lo componen Gabriela Velásquez. Tatiana Astengo, Gracia Olayo, Grapa
Paola, César Ritter, Jely Reátegui y Giovanni Ciccia.
(1) “Las mejores familias
se pude ver a partir del martes, 22 de noviembre de 2022, en la plataforma
Movistar +.
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