“Quedará lo que fuimos para otros”
“Los pasajeros de la noche”, un drama de momentos cotidianos dirigido por Mikhäel Hers (“Mi vida con Amanda”, “Venecia 2018”, “Ce sentiment de l’été”), tiene como protagonista a Charlotte Gainsbourg (“Jane por Charlotte”, Nymphomaniac”) en el papel de una madre que intenta encontrar su hueco –en la familia y en la vida- durante todo el tiempo.
Otros personajes
de este filme, que es también un homenaje a la radio, y muy especialmente a
esos programas nocturnos que escuchan los panaderos, los taxistas, los servicios
de guardia de los hospitales, algunos
noctámbulos y muchos insomnes –que, amparados en el anonimato se atreven a
llamar para dar cuenta de sus frustraciones y sus emociones- son la veterana Emmanuelle Beart (“Misión
imposible”, “Una mujer francesa”, “Un corazón en invierno”), el joven Quito
Rayon-Ritcher (“El corazón negro de los bosques”), Noée Abita (“El gran baño”,
“Génesis”) y Megan Northam (“Pendant ce
temps sur terre”).
Según el realizador Hers, el papel “está escrito
a medida” para Charlotte Gainsbourg (…) está ambientada en los años ’80. Esos
fueron mis años de infancia. Dicen que uno es tan
producto de su infancia como de su país, y yo quería sumergirme en esa época de
mi vida, revisitando todas las imágenes y sonidos. Esas sensaciones y colores
me moldearon. Los llevo conmigo.”
En el París de la década de 1980 –unos años
que se recuerdan por las hombreras imponentes y un mal gusto generalizado,
cuando el realizador de esta película era un
niño que conserva recuerdos de un tiempo soñado- se respira un aire de cambio y esperanza, como
si una mayoría intuyera la inminencia de la llegada de Mitterrand a la
presidencia de la República. Elisabeth tiene dos hijos adolescentes y la
cicatriz de una operación de cáncer de pecho, su marido acaba de abandonarla y se ve
obligada a buscar trabajo. Lo consigue como recepcionista telefónica en el
programa nocturno “Los pasajeros de la noche”, un espacio de libertad
presentado por Vanda, una mujer pegada a un cigarrillo que enciende con la
colilla del anterior. Allí conocerá a Talulah, una joven de estética punk y llena
de problemas, a la que decide acoger temporalmente en su casa. La influencia de
la joven acaba teniendo una gran importancia en las vidas de la mujer y sus
hijos.
“Los pasajeros de la noche” (1), cuarta película del francés
Mikhäel Hers (que también me ha gustado porque empieza en la noche de mi
cumpleaños), es la historia nostálgica y sensible de un desencanto, el melancólico duelo de una
mujer encantadora y tímida, a la que ha
ocurrido algo inesperado que le obliga a cuestionarse todo y a dar un giro a la
tranquila existencia de madre de familia que llevaba hasta entonces
Con el fondo de la balada “L’étè indien” (el equivalente francés de
nuestro veranillo de septiembre, interpretada por el malogrado Joe Dassin),
algunas imágenes urbanas de archivo y el grueso de la producción rodado en ese
lugar mágico que es la parisina Casa de la Radio, asistimos al proceso de dos educaciones
sentimentales, la de Elisabeth y la de su hijo que vive su primer amor, y al
renacimiento de esa mujer que no ha sido otra cosa que madre y ahora está
obligada a tocar tierra, en una película nostálgica y nocturna que se disfruta, en gran parte gracias a la
interpretación de una Charlotte Gainsbourg entregada al entrañable personaje
que escucha cada noche voces anónimas que se confiesan, escondidas al otro lado del hilo del teléfono.
(1) “Los pasajeros de la noche” se estrena en
Madrid el viernes 4 de noviembre de 2022.
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