Luc Montagnier, foto Wikipedia
El fallecimiento a los 89 años, el pasado 8 de
febrero de 2022, del ilustre virólogo francés Luc Montagnier, Premio Nobel de
medicina por haber identificado en 2008 el virus del Virus de Inmunodeficiencia
Humana (VIH), que debilita el sistema inmunitario de una persona haciéndole vulnerable
a las infecciones, y entre ellas al Sida, ha devuelto a la primera página de la
actualidad lo que se conoce como la « enfermedad del Nobel ».
En los últimos años, Luc Montagnier
había derivado hacia teorías científicas controvertidas, incluso conspiracionistas, y en este momento
era una de las eminencias mundiales opuestas a la vacunación masiva contra el
coronavirus, según están informando la mayoría de los medios de comunicación internacionales
recordando su participación en manifestaciones contra las medidas sanitarias.
Criticado por Instituto Pasteur, el primer centro de
investigaciones científicas de Francia, y denunciado por la Academie Nationale
de Médecine (el equivalente de nuestro Colegio Médico), a lo largo de los años el doctor Montagnier se ha manifestado sucesivamente por la relación
entre las vacunas y la muerte súbita de los bebés, la hepatitis B y la
esclerosis múltiple, sin poder alegar fundamentos científicos que avalaran sus
tesis.
En abril de 2020, durante su
participación en el programa “L’heure des pro” del canal francés CNews, Luc
Montaigner aseguró que el coronavirus responsable de la pandemia, que no había
más que empezar, no era un virus “natural” sino una creación china resultante
del cruce de un virus con algunos genes del VIH.
Ya antes, a la vista de sus repetidas provocaciones, 106
miembros de las asociaciones francesas de médicos y científicos publicaron en
2017 una carta abierta en la que entre otras cosas decían: “No podemos aceptar
de un académico que se prodigue en espectáculos sembrando dudas en la gente, e
incitando a padres y médicos a ‘resistir’ contra las vacunas, despreciando la
ética, la ciencia y la salud”.
La “enfermedad del Nobel” es un síndrome popularizado en 2008
por David Gorsky -famoso óncólogo estadounidense
especialista en tratar el cáncer de mama, muy crítico con la medicina
alternativa y en este momento con las campañas de los anti-vacuna- para comentar
el caso de Linus Pauling, Premio Nobel de Química en 1954 y Nobel de la Paz en
1962 quien, en los años 1970, escribió
una serie de artículos, que se demostrarían plagados de errores, en los que
afirmaba que la Vitamina C podía curar algunos tipos de cáncer,
La prensa francesa cita otros casos de “enfermedad del
Nobel”, como el de Pierre Curie, Premio Nobel de Física 1903 quien, interesado
por la parapsicología –muy de moda en los comienzos del siglo XX- acabó
consultando a una famosa médium. O el de
William Shockley, Nobel de Física 1956 por sus trabajos sobre los
transistores, quien afirmó públicamente que “los blancos son superiores a los
negros” y acabó donando su semen a un “banco
de esperma para genios”. O el de James Watson, Nobel de Medicina 1962, quien en
2007 afirmó que los africanos negros son menos inteligentes que los blancos.
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