« El estado chino sigue encontrado nuevas formas para intimidar a los corresponsales extranjeros y a todos cuantos colegas intentan entrevistar », según el informe anual del Club de corresponsales extranjeros en China (FCCC) publicado este lunes 7 de febrero de 2022 en los grandes diarios internacionales
Las
agencias internacionales de prensa están trabajando en China con un número cada
vez más reducido de personal, mientras que los corresponsales extranjeros que
permanecen en el país son víctimas de intimidación, acoso y denuncias ante la
justicia. “El 90% de los periodistas
extranjeros ha respondido a la investigación del FCCC asegurando que las
condiciones en que se ven obligados a trabajar no respetan las normas
internacionales”.
“El
abanico de riesgos que corremos cambia –responde David Rennie, director de la
oficina en Pekín del semanario económico británico The Economist- Los medios se
enfrentan ahora al riesgo de condenas judiciales como respuestas a las
denuncias que los censores presentan contra ellos o, lo que es mucho más inquietante, a ser
investigados en nombre de la seguridad nacional”. En 2020, las autoridades
comunistas detuvieron, con esta excusa, a la periodista australiana Cheng Li, presentadora
del canal de televisión chino en lengua inglesa CGTN, oficialmente acusada de “divulgar
secretos de estado en el extranjero”; y
a la periodista Haze Fan, ayudante de redacción
en la sede china del conglomerado de medios estadounidenses Bloomberg (https://periodistas-es.com/periodismo-en-china-detenida-haze-fan-redactora-de-bloomberg-news-147625)..
El informe del FCCC se presenta justo cuando están llegando a China, para informar sobre los Juegos Olímpicos que comenzaron el pasado viernes, cientos de periodistas que están encontrando restricciones muy severas debidas a la pandemia, y que no verán Pekín ya que tienen sus movimientos limitados al interior de una burbuja sanitaria.
La
política de “cero Covid” de China impone “cuarentenas esporádicas e
imprevisibles, lo que dificulta enormemente conseguir informaciones fuera de
las principales ciudades, donde tienen sus oficinas la mayoría de los medios”.
En
2020, las autoridades expulsaron a 18 reporteros de publicaciones
estadounidenses –entre ellos los corresponsales del New York Times, Wall Stree
Journal y Washington Post- en la mayoría
de los casos negándose a renovarles el visado o el permiso de trabajo. Tan solo
algunos de ellos han regresado de nuevo a China. En la actualidad –siempre según
la crónica de Les Echos- los grandes medios de comunicación estadounidenses
están cubrieno la actualidad china desde otras partes del mundo, en particular
desde la isla de Taiwan: “Cubrir lo que ocurre en China se está haciendo cada
vez desde más lejos”, dice el informe del FCCC.
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