Con un guion que incomprensiblemente parece un calco de “El diablo se viste de Prada” esta película, estrenada en la Berlinale 2020 y basada en “Mi año con Salinger”, novela autobiográfica de la escritora estadounidense Joanna Rakoff, está dirigida por el canadiense Philippe Falardeau (”Profesor Lazahar”) y protagonizada por Sigourney Weaver (“Annie Hall”, “Gorilas en la niebla”, “Avatar”, “Alien”) y la modelo y actriz Margaret Qualley (“Erase una vez en… Hollywood”).
En el Nueva York de 1995, la
estudiante Joanna Rakoff que aspira a convertirse en escritora, deja a su
novio, y sus cursos en una universidad california, para empezar a trabajar con
una exigente agente literaria cuyo principal cliente es J.D. Salinger, autor de
“El guardián entre el centeno”, un libro que han leído cientos de millones de
jóvenes, y entre sus cometidos está responder a las cartas que recibe de sus
admiradores. Poco a poco Joanna se aparta de las directrices recibidas
-consistentes en escribir dos líneas diciendo que Salinger no contesta a las
cartas, y después destruirlas- y empieza a personalizar las respuestas ,
intentado meterse en la piel del escritor que lleva treinta años sin publicar y
casi tantos recluido en una casa en el campo, al tiempo que intenta iniciar su carrera literaria.
Lo mismo que “El diablo…” etc., relata las aspiraciones de una joven
ayudante frente a la dura realidad de un oficio –el de asistente- que deja poco margen para la creatividad
aunque, a diferencia de aquella, la agente literaria es bastante menos
excéntrica y maniquea que la directora de revista de modas que interpretaba
Meryl Streep.
A pesar
de las evidentes similitudes, son precisamente las diferencias lo que hacen que
estemos hablando de una película que vale la pena ver, empezando por la forma
en que está planteada la relación entre las dos mujeres, infinitamente más real
y sincera: como hemos mencionado, ni la ayudante carece de ingenio e
iniciativa, ni la veterana agente, con más conchas que un galápago, es un
personaje sin luces y sombras como todos los mortales.
Feminista, en el sentido de que
las dos protagonistas parecen poder prescindir de los hombres, sentimental sin
caer en la tentación de un romanticismo fácil, y moderna –pese a explicar las
tradiciones del medio, no ignora el hecho de que en aquellos años las
profesiones relacionadas con la literatura estaban cambiando radicalmente con
la llegada de Internet- “Sueños de una escritora en Nueva York, que llega a los
cines españoles el viernes 4 de junio de 2021, podemos entenderla como un
cuento sobre el aprendizaje y sobre esos momentos de la vida en que tenemos que
adoptar decisiones que tendrán un peso en el futuro
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