El 27 de marzo de 2019, un jurado estadounidense ha
condenado a Monsanto a pagar cerca de 81 millones de dólares a Edwin Hardeman, un
jubilado que padece un cáncer atribuido
al uso de Roundup, el herbicida estrella del grupo comprando por la
multinacional alemana Bayer, condenada anteriormente en un proceso similar en
agosto pasado.
El jurado ha considerado que Monsanto no actuó de
buena fe al no prevenir a los usuarios del riesgo potencialmente cancerígeno
del producto, que contiene glifosato, y que por tanto es legalmente responsable
de la enfermedad del querellante, que ha usado el producto durante más de 25
años.
Tan solo en Estados Unidos, Bayer tiene pendientes
11.200 procedimientos judiciales similares a este, que seguramente animará a
otros damnificados a presentar denuncias. En agosto pasado, el grupo alemán fue
condenado a pagar 289 millones de dólares a un jardinero de San Francisco. En
la apelación, la cantidad quedó reducida a 78,5 millones de dólares.
Bayer compró la firma estadounidense Monsanto en 2018 por
63.000 millones de dólares. A pesar de que desde entonces las acciones de Bayer
han caído cerca de un 40%, y de todos los procedimientos judiciales en marcha
contra el Roundup, según la información difundida por las agencias
internacionales la compañía considera que la compra de Monsanto ha sido “una
buena idea”.
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