jueves, 15 de noviembre de 2018

“Colette”, feminismo singular


Wash Westmoreland (Siempre Alice) dirige “Colette”, película que retrata la vida de la escritora francesa Sidonie-Gabrielle Colette, más conocida por su apellido, Colette. La actriz británica Keira Knightley (Piratas del Caribe, Orgullo y Prejuicio) da vida a la controvertida artista, y Dominic West (“The Wire”, The Square) interpreta a Willy, su egocéntrico marido.

1893. A pesar de los catorce años que les separan, la joven Gabrielle Sidonie, que vive en un pueblo de la Borgoña,  se casa con Henry Gauthier-Villars, conocido como Willy, un crítico y escritor tan seductor como egocéntrico, gracias al cual se introduce en los medios artísticos parisinos que le proporcionan material para sus escritos. Eran tiempos, no tan lejanos, en que las mujeres necesitaban permiso de un hombre –padre o marido normalmente- para todo. Willy autoriza a Colette a escribir, siempre que firme los libros con su nombre. Y, de esa manera, Willy se convierte en un célebre escritor con la serie de historias de la joven Claudine. Mientras Colette quiere inventar algo para poder firmar sus libros, la pareja se va distanciando, primero a causa de las infidelidades de Willy, más tarde de las infidelidades de ambos. Hasta que llega el momento de la emancipación…

“Colette” es una película feminista, de liberación de una mujer en concreto, una escritora que tras varios  años haciendo de “negro” de su manipulador marido, consigue escapar a su influencia e incluso acaba dejándole por una mujer, la baronesa  Madeleine Deslandes, una de las primeras mujeres que apareció en público vestida de hombre.
«Colette» es también la historia de una metamorfosis. La de la joven  pueblerina que se casa con un ególatra y consigue irse librando poco a poco del dominio que ejerce sobre ella, tanto en el plano intelectual como sexual, hasta convertirse en una escritora de renombre.
La película es entretenida, muy precisa en la reconstrucción de ambientes y vestuario, y Keira Knightley, que carega con la mayor parte del peso de la historia,  cumple su cometido con ese aspecto de ingenua adolescente que no termina de crecer pero se atreve con casi todo, que se ajusta perfectamente a la idiosincrasia del personaje. Si acaso, lamentar que el realizador, quien también ha participado en el guión, haga una lectura demasiado lisa de una biografía interesante que termina justo en el momento en que Colette empieza a dirigir su propia vida, una vez que se ha deshecho de las ataduras y convencionalismos de la época .


Colette fue una escritora, guionista, periodista y artista de revistas y cabaret que comenzó su carrera artística en el París de principios del siglo XX. Publicó la mayor parte de su obra el pseudónimo que utilizaba por entonces su marido, Willy, un excéntrico escritor y mecenas cultural que agitaba la noche parisina en plena bohemia francesa. Colette, que finalmente triunfó en 1944 con su nombre gracias a la novela romántica “Gigi” que llevó al cine Vincent Minelli,  llegó a presidir la Academia Goncourt entre 1949 y 1954, fue condecorada con la Legión de Honor y es la única escritora francesa que ha recibido un funeral de estado.

El hecho de que Colette tuviera varias aventuras con mujeres, y otros dos maridos que siguieron a Willy, ha hecho de la escritora un icono de los movimientos LGTBI. Sin embargo, su bisexualidad no era algo que escandalizara en el París de aquellos comienzos del siglo XX, mucho más permisivo en ese aspecto que los tiempos actuales.





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