Coincidiendo –es un decir, en este caso no creo en las coincidencias sino en los especialistas del marketing- con que un coleccionista seguramente nostálgico y, conditio sine qua non, tan rico que le sobran 1932 millones de euros para comprarse el bicornio de Napoleón, esta semana se estrena en Francia y en España la película que ha realizado el cineasta británico Ridley Scott (“Alien”, “Blade Runner”, “Thelma y Louise”, “Gladiator”, “Todo el dinero del mundo”) con Joaquin Phoenix (“Todo por un sueño”, “Gladiator”, “Joker” Oscar 2020 al Mejor Actor) de protagonista, sobre el celebérrimo militar corso quien, tras ganar batallas y autocoronarse emperador, terminó sus días perdiendo batallas, fracasando en el intento de colocarnos a los españoles, en calidad de rey, a su dipsomaníaco hermano, y exiliado en una minúscula isla mediterránea.
Esta enésima intención de
contar algo sobre la vida de “Napoleón” es una producción de la plataforma de
Apple, que lo recuperará para sus abonados una vez explotado en la gran
pantalla, donde le han “cortado demasiado”, según la crítica de Jacky Bornet,
de la sección Cultura de France Télévisions: “de 4h30 lo han dejado en 2h40”.
Para el estreno oficial en
Madrid el pasado 21 de noviembre, la distribuidora echó el resto alquilando el
Museo del Prado para exhibir “Napoleón” (1) ante trescientos selectos invitados
que pudieron dialogar con director y protagonista delante de “Los fusilamientos
del 2 de mayo”, una de las obras maestras de Goya que está ahí para recordarnos
las consecuencias del nefasto paso de
“Pepe Botella” por estas latitudes.
“Del asedio de Toulon
(1793) a Waterloo (1815), la película cuenta el ascenso y la caída de Napoléon
Bonaparte: su encarnizada conquista del poder; sus muchas campañas guerreras y
su defección transcurren en paralelo a sus pasionales y atormentadas relaciones
con Josefina (que interpreta Vanessa Kirby, “Misión imposible”, “Los cuatro
fantásticos”), el gran amor de su vida. En el amor, como en la guerra, todo es
un combate”.
En la prensa francesa las
críticas han sido malas. “Ni revolucionario ni imperial” ha titulado el
conservador Le Figaro, asegurando después
que los historiadores nunca hubieran pensado que el destino de Napoléon tuviera
como única causa su amor, “absoluto y posesivo”, por Josefina. Para la revista
masculina CQ, Ridley Scott “se ha apoderado de una historia francesa
despojándola de su lengua” y menciona una escena en la que los soldados gritan
“Viva Francia” con acento americano. Entre las calificaciones que ha recibido
están las de “profundamente torpe, poco natural e involuntariamente divertido”, Otras
cabeceras “han destacado las inexactitudes” de la película, y entre ellas el
hecho de que el emperador “no asistió a la decapitación” de su amada. “Película de amor, largometraje sobre una
figura política, film épico de guerra, Ridley Scott ha querido hacer todo al
mismo tiempo (…) Como Napoleón en Waterloo, la ambición era demasiado grande »
(huffingtonpost.fr).
No han faltado las voces de
historiadores defendiendo que el realizador, de 86 años, no se haya ceñido al aspecto académico del
relato: “Hay que aceptar también los detalles que no son históricos”, asegura
Lorris Chevalier, doctor en
historia de 29 años, que aboga porque el
espectador ponga también algo de su propia imaginación.
Para Scott,
“Napoleón” –que hace el número 28 de sus largometrajes- fue
“líder, diplomático, guerrero, político, burócrata y, sin duda
inevitablemente, un dictador (..). En
los créditos de la película he precisado que bajo su mando murieron dos
millones de soldados, sin contar las víctimas civiles. Nadie gana nunca una guerra,
incluso los vencedores pierden”. Un personaje sobre el que se han escrito más
de 10.400 libros, “alrededor de uno por semana desde su muerte en 1821”.
Scott no esconde el
disgusto que le han causado las críticas en la prensa francesa. En una
entrevista en la BBC, el pasado 19 de noviembre, confesaba no querer responder
para no resultar grosero, y resumía diciendo:
“a los franceses no les ha gustado la película, los franceses ni
siquiera se gustan a sí mismos”.
(1) “Napoleón” se
estrena en la cartelera madrileña este viernes 24 de noviembre de 2023.
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