Ang San Suu Kyi
La exdirigente birmana y Premio Nobel de la Paz Ang
San Suu Kyi, de 75 años, ha sido
condenada, este lunes 10 de enero de 2022, a otros cuatro años de cárcel en uno
de los juicios del proceso que se le sigue desde su destitución en febrero de
2021, tras el golpe de estado militar.
En el juicio, celebrado a puerta cerrada en la capital
birmana, Naypyidaw, ha compartido el banquillo con el expresidente de la
República, el general Win Myint, detenido igualmente desde el 1 de febrero de
2021.
Esta vez Ang San Suu Kyi, en residencia vigilada secreta
desde el pasado 1 de febrero, ha sido
condenada por la importación ilegal de walkies-talkies destinados a sus
guardias de seguridad cuando era de hecho quien gobernada el país. Según la
acusación, este material de contrabando se encontró en el registro efectuado en la residencia oficial
de la dirigente cuando la detuvieron. Al parecer, algunos de los miembros del
comando que llevaron a cabo el registro han reconocido que lo hicieron sin
mandato judicial.
En diciembre pasado, Ang San Suu Kyi fue condenada
también a cuatro años –que finalmente quedaron en dos- por infringir las
restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.
. »Todo el mundo sabe que son acusaciones falsas
-ha declarado la investigadora de la organización Human Rights Watch, Manny
Maung- Los militares utilizan la táctica del miedo para mantenerla detenida
arbitrariamente”.
En los últimos meses, varias personas cercanas a la
exdirigente han sido condenadas (entre otros, un exministro a 75 años de
cárcel), mientras que otras se han pasado a la clandestinidad y algunas se han
exiliado. El golpe de estado militar sumió al país en el caos; desde entonces
las fuerzas de seguridad han matado a más de 1.400 civiles según la ONG local
Asociación de asistencia a los presos políticos. La Junta Militar resultante
del golpe, que dirige el país, intenta justificarse alegando que se cometió un
fraude masivo en las elecciones celebradas en 2020, que ganó ampliamente la
Liga Nacional para la democracia (LND), el partido fundado por Ang San Suu Kyi.
A principios de diciembre, Michelle Bachelet, Alta
Comisionada para los Derechos Humanos, denunció la muerte en detención de al
menos 175 personas, muchas de ellas
pertenecientes LND, “probablemente como consecuencia de malos tratos o torturas”.
Ang San Suu Kyi –hija del héroe de la independencia
birmana y un icono de la democracia durante los años que pasó encerrada en su
domicilio en las anteriores dictaduras militares, durante los cuales recibió el
Premio Novbel de la Paz y fundó el partido LND- lleva más de un año sin
contacto con el mundo, salvo las reuniones con sus abogados que tienen
prohibido hablar con la prensa y las organizaciones humanitarias
internacionales.
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