Se refiere al tiempo de una vida esta ópera
prima de Miguel Molina –hace años conocido como el actor Miki Molina, perteneciente
a una saga de artistas que comienza en su padre, el cantante de coplas Antonio
Molina, sigue con sus hermanas Ángela, Paula y Mónica, y de momento finaliza en
su sobrina Olivia- que nos habla de la memoria y los recuerdos, desdibujados en
un caso de Alzheimer.
(Insisto en la avalancha de películas sobre
ancianos y enfermos de distinta índole, del cuerpo y también del espíritu, que
se nos está viniendo encima en esta semi-salida del estado de alarma y que
empieza a adquirir matices apocalípticos)
Cierro
el paréntesis y vuelvo al debut en la realización de Miguel Molina, quien ya
tiene 56 años y es también productor y coautor del guión de “Un tiempo precioso”,
además de uno de los personajes de la historia junto Sandra Blakstad (la actual
pareja sentimental de Molina), Carlos Pulido (serie “La que se avecina”) y Saturnino
García (“El viaje a ninguna parte”, “El día de la bestia), y que ha incluido la
voz de su padre en la banda sonora .
A
Miguel (Miguel Molina), un actor en baja,
le diagnostican Alzheimer y un tumor cerebral, lo que parece indicar que no le
queda demasiado tiempo de vida. Entre su hijo Carlos (Carlos Pulido),
recuperado tras muchos años de falta de entendimiento, y su cuñada Sandra (Sandra Blakstad), la
última mujer de su vida, intentan que ese “tiempo precioso” que le queda sea lo
mejor posible y lo pase en la isla de Ibiza, donde están los recuerdos de su
infancia, algunos de sus amigos, y ese último amor. El cuarto personaje es el
amigo invisible Agapito (Saturnino García), compañero que solo ve Miguel en
situaciones, que van del drama a la comedia, provocadas por la terrible enfermedad.
Mezcla
de realidad y fantasía, “Un tiempo precioso” es para su autor un canto a la
vida, “una poesía, una pintura
transformada en imágenes y voces” y para el espectador una historia que se
salva por la estética de algunos momentos capaces de acercarnos al drama de una
de las enfermedades más crueles que, indolora, se ceba en algo que pertenece a
las más preciadas posesiones del ser humano, sus recuerdos.
Melodrama
sentimental –“dentro de la dureza de la enfermedad es una película
esperanzadora”- no muy logrado, narración intimista que alaba las ventajas de
disponer de una familia en momentos de desamparo, “Un tiempo precioso” llega a
los cines de la desescalada el 17 de julio de 2020.
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