No se la ha llevado el
viento ni tampoco el maldito virus. Olivia de Havilland, la última
representante de la edad de oro de Hollywood y decana de sus actores, única superviviente de « Lo que el viento
se llevó » -película por la que fue nominada al Oscar a la Mejor actriz de
reparto- ha fallecido de un infarto en su domicilio de
París el domingo 26 de julio de 2020, a
los 104 años.
De sus más de cincuenta
años interpretando papeles en el cine y la televisión, Olivia de Havilland era
conocida sobre todo por el personaje de Melanie Hamilton en “Lo que el viento
se llevó”. Sin embargo, los dos Oscar que ganó como Mejor Actriz los consiguió
en otras películas: “La vida íntima de Julia Norris” (1946), dirigida por
Mitchell Leisen, y el clásico de William Wyler “La heredera”, en 1949.
Nacida en 1916
en Japón donde su padre ejercía como abogado, con nacionalidad estadounidense y
británica sucesivamente, se casó dos veces, tuvo un hijo con cada uno de sus
maridos, a partir de la década de 1960 fue relegando el cine para trabajar en
teatro y televisión y desde 1986, cuando figuró en el reparto de la serie “Norte
y Sur”, vivió prácticamente recluida en su apartamento parisino.
Una de sus
últimas apariciones públicas fue como presentadora de uno de los premios Oscar
en la edición de 2003. En 2008, recibió la Medalla Nacional de las Artes francesas y en 2010 fue nombrada Caballero de
la Legion de Honor. Un año antes, en 2009 puso la voz en off al documental “Recuerdo
mejor cuando pinto”, sobre la importancia del arte en el tratamiento de los
enfermos de Alzheimer. El 21 de junio de 2017, a la edad de 100 años, la reina
Isabel II le nombró Dama del Imperio
Británico, siendo la persona de mayor edad que ha recibido esta distinción.
Olivia de Havilland es recordada en los ambientes de Hollywood
por su victoria jurídica, en 1944, en el proceso contra la productora Warner Brothers,
que supuso una limitación en el tiempo que los estudios podían mantener a los
actores sometidos a la tiranía de un contrato de exclusividad, y que se
incorporó al derecho del Estado de California como “Ley Havilland”.
Y también se la recuerda por la rivalidad personal y
profesional que mantuvo con su hermana menor, la actriz Joan Fontaine; ambas tuvieron
enfrentamientos por sus respectivas carreras, por sus romances e incluso por el
funeral de su madre, la también actriz Lillian Fontaine. En 1941, Olivia de
Havilland y Joan Fontaine estuvieron en la terna de nominadas al Oscar: la
primera por su papel en la película “Si no amaneciera”, de Mitchell Leisen, y
la segunda, que fue la ganadora, como protagonista del éxito de Hitchcock “Sospecha”.
Joan Fontaine falleció en 2013, a los 96
años.
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