¿Y a quien le importa?, se pregunta alguien en el
comentario subido a una red social. Verdaderamente no creo que consiga
inquietar mucho a los espectadores conocer el paradero de esta arquitecta que
cuando estaba en activo tenía ideas geniales pero que ahora parece haber
perdido todo interés en su carrera.
En fin, quizá la respuesta no interese mucho al
espectador pero ciertamente preocupa a su marido e hija, dispuestos a recorrer
el planeta para encontrarla.
Después de interesantes películas como “Boyhood” o la muy anterior “Antes de
amanecer”, el realizador estadounidense Richard Linklater adapta para la gran
pantalla la novela best-seller del mismo título de Maria Semple con un
reparto que encabeza Cate Blanchett (“Oceans’8”, “Carol” y, sobre todo, la
imagen en los últimos años de los productos de Armani), y secundan Billy Crudup
(“Spotlight”, “Watchmen”, “Lazos de sangre”), Kristen Wiig (“Cazafantasmas”, “La
boda de mi mejor amiga”), Emma Nelson (“Margareth and the Moon”) y Laurence
Fishburne (“Mula”, “Passengers”).
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Aunque en esta película hay un poco de narración en off a cargo de Bee, la hija adolescente de la protagonista, la historia está contada principalmente a través de una escenificación de documentos ficticios como cartas, correos electrónicos, transcripciones, mensajes de texto y pdf, que transforman lo que inicialmente pudo ser una historia compleja en un intrascendente melodrama de crisis, terriblemente simple y previsible, lleno de tópicazos sobre la creación artística.
La
protagonista de esta historia tiene dos problemas: el trauma que le ha causado
la interrupción -.bien que voluntaria- de su carrera profesional y algo que no
funciona del todo bien en su cabeza, y que se manifiesta en una colección de
medicamentos para el insomnio y la ansiedad, fenómenos que no parecen detectar
los otros dos miembros de la familia, enfrascados en sus propias
incertidumbres. Pese a todo, la célula familiar parece funcionar sin
sobresaltos, o al menos así lo ha querido el realizador que se ha molestado
poco en trabajar los personajes de su historia.
El
escaso interés intelectual de la película se corresponde con la simpleza de un
relato somnoliento que parece hecho de retales y necesitaría de más matices para
salir de la mediocridad, aunque solo fuera en la definición de su protagonista
principal que, según otro crítico, padece de “amargura sociopolítica, rechaza
el delicado liberalismo de Seattle y se burla de los fervientes cristianos
locales…”.
En
resumen, a nadie va a preocuparle sonde está esa Bernadette que, seguramente, ha huido escapando de sí misma. La película se estrena
este viernes, 10 de julio de 2020.
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