El gobierno español acogerá a los 629 migrantes y refugiados que viajan en barco de SOS Mediterranée
El Aquarius protegiendo una barcaza de migrantes |
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones para que
España acoja en el puerto de Valencia al barco “Aquarius”, de
la organización humanitaria SOS Mediterranée, que desde las 0h35’ de hoy, 11
de junio de 2018, se encuentra en “stand by” a 35 millas náuticas
e Italia y 27 millas náuticas de Malta, por orden del ultraderechista ministro
del Interior italiano, Matteo Salvini (Liga Norte), según ha informado el
Centro Italiano de Coordinación de Socorros marítimos (IMRCC). "Es nuestra obligación ayudar a evitar una
catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas",
asegura Pedro Sánchez
En el “Aquarius” se encuentran 629 migrantes
llegados de Africa, rescatados en el mar por SOS Mediterranée y atendidos por
personal de Médicos sin Fronteras, entre los que hay 123 menores no
acompañados, 11 niños pequeños y 7 mujeres embarazadas, todos ellos rehenes de
un contencioso internacional que les sobrepasa.
La tripulación del “Aquarius” ha informado de que solo disponen de
víveres para este día.
El
domingo, 10 de junio, a mediodía, se encontraban en ruta hacia el puerto
siciliano de Messina cuando una información aparecida en la versión digital del
diario La Repubblica explicaba que el
vicepresidente del Consejo y ministro del Interior había decidido negar al “Aquarius”
la entrada en todos los puertos italianos: en las redes sociales, la apalabra clave
ha sido “chiudiamoiporti” (cerremos los puertos), acompañado de una especie de
conminación a Malta, para que desembarquen allí: “El puerto más seguro es el
vuestro”.
Salvini
–quien desde antes de su llegada al poder
había hecho famoso su axioma “Para los emigrantes se ha terminado la
buena vida”- se ha permitido incluso una especie de broma, del peor gusto, al
afirmar que quiere “que los niños africanos sean felices en Africa y los niños
italianos sean felices en Italia”.
Inmediatamente después, las autoridades de Malta han anunciado
que los pasajeros del “Aquarius” tampoco pueden desembarcar en sus costas, con
la excusa de que este tipo de operaciones están coordinadas con un protocolo
desde Roma, y el añadido de que a ellos nadie les obliga a hacer lo que no
quieren.
Según la información del diario Le Monde, la intervención del Aquarius comenzó el sábado 9 por la
noche cuando el IMRCC, alertado por los aviones de la misión Eunavfor Med
(European Naval Force Mediterranen) de lucha contra el tráfico de migrantes en
el Medierráno, pidió al barco humanitario que pusiera rumbo a una zona situada
a varias decenas de millas de las costas libias, al este de Trípoli, donde
había dos embarcaciones en peligro. El
salvamento fue muy peligroso, la segunda patera zozobró y los 40 migrantes que
la ocupaban fueron « repescados in extremis ».
Horas más tarde, el IMRCC de Roma pidió al “Aquarius” que
efectuara cuatro trasbordos: sucesivamente fueron llegando al barco al barco
119 solicitantes de asilo socorridos en el mar por un barco comercial, y los
migrantes rescatados por tres barcos de los guardacostas italianos. En las
primeras horas el domingo, el IMRCC pidió al barco de SOS Mediterranée que
pusiera rumbo al norte. “Todo sucedió –sigue la información de Le Monde- como
si autoridades italianas hubieran intentado “llenar” lo más posible el
“Aquarius” para permitir que el ministro Salvini, entrado en funciones una
semana antes, pudiera escenificar su firmeza frente al “business” de la
inmigración”, uno de sus temas recurrentes de denuncia desde hace años.
Salvini ha recibido enseguida los apoyos de la derecha. La jefe
del grupo Forza Italia (Berlusconi), Anna Maria Bernini, he escrito que “es hora de que los otros
estados de la UE, incluida Malta, cumplan con su parte”; más virulenta, Giorgia
Meloni, jefe de filas de Fratelli d’Italia (postfascistas) sugiere que se
obligue al “Aquarius” a ir a Italia, para que el gobierno lo secuestre y denuncie
a sus tripulantes por “tráfico de seres humanos”. Los primeros gritos de indignación no han
llegado, como sería de esperar del Partido Democrata (PD, antiguos comunistas
reconvertidos), sino de los alcaldes de Nápoles, Palermo, Messina y Reggio
Calabria (“figuras inclasificables del campo progresista”), que se han ofrecido
a “abrir sus puertos”.
A mediodía del lunes 11, según la información de El País, el Presidente e la Generalitat
Vlencian, Ximo Puig, ya se había manifestado dipuesto a acoger a los 629
migrantes y refugiados del “Aquarius: "Es nuestra obligación ayudar a
evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas,
cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional".
Y ha añadido que el Gobierno de España ha ofrecido a la ONU Valencia como
"puerto seguro". El domingo por la noche, los alcaldes de Barcelona y
Valencia, Ada Colau y Joan Ribó, ya se
habían ofrecido para acoger a los
rescatados por el barco de SOS Mediterranée en sus respectivas ciudades.
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