“La
mejor novela sobre la cárcel en lengua española”
(Gonzalo Torrente Malvido)
“El Sexto” es la cuarta novela del
escritor peruano José María Arguedas, publicada en 1961, ganadora del Premio
Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo Palma al año siguiente. Una novela
dura, desgarradora, incómoda y muy hermosa; un clásico en toda América Latina.
El Sexto es la cárcel de Lima,
dividida por plantas en compartimentos con personajes de dimensiones dantescas,
mayoritariamente costeños y criollos, que se debaten entre las culturas quechua
y castellana. Una jerarquía establecida hace que en la primera planta se
arrastren los presos comunes y en la última están los detenidos políticos. El
protagonista y narrador, Gabriel, es un ser sensible e idealista, en una obra
que habla del dolor, la angustia, el sufrimiento y la muerte. El autor, José
María Arguedas, estuvo “secuestrado” -término utilizado por los internos- en
esa cárcel en los años 1937/38, por participar en una manifestación
antifascista. Se trata de un universo de dimensiones realmente dantescas:
homosexuales utilizados como prostitutas, humillaciones inconcebibles (obligar
a comer mierda), palizas…En el Sexto el hombre se convierte en una especie de
animal que lucha por sobrevivir. Gabriel dibuja su realidad cotidiana al tiempo
que pone de manifiesto la crisis social de aquellos tiempos, gobernados por el
dictador militar Benavides, y reflexiona sobre el compromiso, a partir de los
frecuentes enfrentamientos entre comunistas y apristas. (Un parecido innegable
con los planteamientos de Jean-Paul Sartre en “Las manos sucias”: ¿Un pequeño
burgués puede defender la causa del pueblo? ¿Cómo pueden prevalecer las ideas
sobre los sentimientos? ¿Cómo hacer abstracción de las emociones?).
Como en toda la obra de Arguedas -
escribió Einaudi editores en la presentación de El Sexto en Italia- “el
auténtico protagonista del relato es la colectividad (formada por negros,
mestizos, asiáticos y criollos) de la que rescata algunas figuras emblemáticas
como Cámac, el minero que muere aferrado al sueño de poder construirse una guitarra;
“Puñalada”, el negro feroz que prostituye a los jóvenes en su “celda burdel”;
Rosita, el transexual al que si hubiera nacido en la sierra su madre habría ahorrado
la fatiga de vivir, el japonés mendicante de la ‘sonrisa inextinguible’ y
Gabriel, el joven soñador que nos cuenta el mundo de El Sexto. La novela está
impregnada de una concepción casi animista del Mal, que se expresa tanto en
actos violentos como en el articulado lenguaje de las canciones, válvula de
escape de la nostalgia o calculado gesto de rebelión. Y es que el estilo
inconfundible de Arguedas puede considerarse una ‘canción’ que siempre consigue
transformar el realismo extremo de la descripción más cruda en una pureza que
es, a la vez, humana y lírica”.
Para la traductora y prologuista de
la edición francesa, el libro describe un universo concentracionario, que sería
el germen de las “futuras convulsiones del país». Son infinitas las convulsiones
en esas tierras volcánicas y de placas tectónicas, y “Arguedas espera que de
los desgarros y desamparos surja -¡por el amor de Dios!- el fermento de una
humanidad solidaria”.
A pesar de desarrollarse en Lima,
El Sexto tiene “un singular nexo con la cosmovisión andina tan propia de
Arguedas. Gabriel evoca su niñez serrana en algunos momentos de la obra, por
ejemplo, cuando llueve en el presidio y rememora el lugar donde creció. Uno de
los grandes méritos del autor es haber analizado con suma particularidad el
mundo andino. Muchos críticos literarios coinciden en señalar la férrea
relación entre su vida y obra, impregnadas ambas de antropología y etnología,
dos grandes pasiones”.
José María Arguedas nació el 18 de
enero de 1911 en Andahuaylas, y falleció el 2 de diciembre de 1969, en Lima, en
su segundo intento de suicidio. Desde la muerte de su madre, cuando contaba
apenas dos años, se enfrentó a una infancia y a una adolescencia errabundas,
hasta que, en 1931, con su ingreso en la facultad de Letras de la Universidad
de San Marcos, se estableció en Lima. En 1937, al tiempo que recibía el título
de Bachiller, fue apresado por participar en la algarada estudiantil contra la
visita de un general de la Italia fascista. Fue confinado en El Sexto, penal de
Lima, donde permaneció ocho meses.
Tras su libertad, empezó a trabajar
como profesor de lengua española, pero su pasión por la cultura indígena le
valió el ser nombrado, en 1942, Conservador General de Folklore. Posteriormente
fue catedrático de Etnología en la Universidad de San Marcos (1958-68) y de la
Universidad Agraria La Molina (1962-69). No obstante, sus intermitentes y
feroces depresiones, desde la década de los cuarenta, lo abocarán al suicidio
en 1969. Su obra narrativa no es sino el reflejo de su vida y sus pasiones,
desde los primeros cuentos de Agua (1935), pasando por la novela Yawar Fiesta
(1941), hasta la celebérrima Los ríos profundos (1958), sin que desmerezcan en
ambición las posteriores: El Sexto (1961), Todas la sangres (1964) y El zorro
de arriba y el zorro de abajo (publicada póstumamente, en 1971). Grandes
relatos que, con los cuentos, escritos antropológicos y poemas, darán cuerpo y
hondura a uno de los grandes escritores en lengua castellana.
El Sexto
José María Arguedas
Prólogo: Fernando Iwasaki
Editorial Drácena
ISBN: 978-84-944355-5-3
202 páginas, 15,95€
No hay comentarios:
Publicar un comentario