“ Se necesita una ciudad aunque no sea más que por el placer de abandonarla. Una ciudad es no estar solo, saber que en la gente, los árboles, la tierra, hay algo tuyo que, aunque tu no estés, permanece y te espera” (Cesare Pavese, citado en Cineuropa).
No hay un verano igual a otro. Todos tienen algo, aunque ese algo sea una terrible canícula desestabilizadora, como la que hemos padecido en las últimas semanas. Pero no es en esto en lo que pensamos cuando decimos verano. A partir del momento en que somos conscientes de los cambios que la estación opera en el ambiente, y sobre todo en nuestro cuerpo, decir verano es decir aire libre, mar y montaña, mucha vida social, nuevas amistades y sobre todo amor. Como dice soñolienta una mujer mayor, en un anuncio institucional que me ha gustado mucho, “nosotras inventamos los amores de verano”.
“Notas sobre
un verano” es una película de amor, de amores, de relax y pasiones, y de duda,
que suele ser el estado habitual de la juventud, cuando se adoptan decisiones
que parecen “para toda la vida” y en realidad duran el tiempo de un cambio de
escenario, un viaje e incluso un culín
de sidra.
La promoción
de esta sencilla película de verano y amores perdidos, se extiende un poco más que
yo: “A través de su protagonista, la película habla de una generación que se ha
visto abocada a iniciar su carrera profesional en medio de una crisis que les
ha obligado a abandonar su tierra natal para buscar una salida laboral digna.
Sin embargo, se encuentran con un
ritmo de vida demasiado rápido y entran en un espiral de
agotamiento que viene de la rutina y lo mecánico de una ciudad como Madrid”.
Marta, una profesora ayudante universitaria que
completa sus ingresos dando clases de natación a niños, va a iniciar una vida de
pareja con Leo pero antes decide pasar el verano en Gijón -en una especie de
despedida y tiempo de reflexión- junto a su familia y las que son sus amigas
desde la infancia. Es un tiempo de playa, salidas nocturnas, incluso la boda de
un familiar y reencuentros con un pasado
que acostumbra volver y que, en el caso de Marta, se llama Pablo.
“Mientras
que Madrid representa un empleo seguro y relaciones estables, Asturias es el
paraíso perdido, un decorado de cuento de hadas para saborear los últimos
vestigios de la ligereza y la juventud”
El
joven director Diego Llorente, hasta ahora realizador de cortos y clips
publicitarios, ha elegido su patria chica, Gijón, como escenario para “Notas
sobre un verano”, una película de espléndidos decorados naturales y diálogos
minimalistas que reflexiona sobre el paso del tiempo, los sentimientos amorosos
y el inevitable conflicto generacional, interpretada en sus principales papeles
por la también asturiana Katia Borlado (“Alma”), Antonio Araque (“Por donde
pasa el silencio”) y Alvaro Quintana (“Historias románticas (un poco) cabronas”,
serie “Los pacientes del doctor García”).
Haciendo
honor al título, la historia se desarrolla en forma de “notas”, apenas apuntes
sobre la vida cotidiana, las emociones, los sueños y los proyectos, los gestos,
las pasiones juveniles y los primeros esbozos de una vida de adultos.
(1) “Notas sobre un verano” podrá verse en los cines
madrileños a partir del viernes 1 de septiembre de 2023.
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