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| Al menos 304 muertos en las últimas manifestaciones |
Según testimonios recogidos por Amnistía
Internacional (AI), algunos policías
iraníes han pedido a las familias dinero a
cambio de entregarles el cadáver de un allegado, muerto en las
manifestaciones, cuenta la periodista Claire Levenson en el digital francés Slate,
haciéndose eco de una información del canal de televisión Al Arabiya.
Desde el
pasado 15 de noviembre, la represión de las manifestaciones en Irán ha causado
más de 200 muertos, según AI. El régimen ha reconocido la existencia de 5
muertos pero AI se basa en numerosos testimonios locales y en grabaciones de
video autentificadas, que muestran cómo las fuerzas de seguridad disparan a
manifestantes que no suponían ningún peligro.
Además, la
organización de defensa de los derechos humanos ha sabido que algunas familias
se han visto obligadas a pagar las balas disparadas sobre sus allegados: “En
algunos casos, tenemos testimonios de que las autoridades iraníes han pedido
dinero a las familias a cambio de entregarles los cadáveres, invocando razones
como el coste de la munición utilizada contra los manifestantes o los daños y
perjuicios causados en las ciudades por los manifestantes.
Igual que
ocurrió ya en 2009, AI explica que « las autoridades han amenazado a las
familias de las víctimas con detenerles si organizan funerales públicos o
hablan con la prensa ».
La
información de Slate precisa que a mediados de noviembre estuvo bloqueado el acceso
a Internet durante varios días en Irán y que, una vez restablecido, aparecieron
publicados varios vídeos sobre la actuación violenta de las fuerzas de
seguridad.
No es la
primera vez que las autoridades iraníes piden a las familias que paguen para
entregarles los cuerpos de sus allegados. En 2009, un artículo en el diario
Wall Street Journal, una familia contaba que le habían pedido varios miles de
dólares a cambio del cadáver de su hijo, al que había matado la policía. Anta
la negativa, las autoridades entregaron al final el cadáver gratis, aunque
pidieron que el chico no fuera enterrado en Teherán.
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