jueves, 29 de agosto de 2019

Francia: homenaje en la alcaldía de París a las víctimas de violencia machista

Protesta en el Ayuntamiento de París

« Chloé, 33 años, estrangulada el 27 de abril en  Bar-le-Duc, un hijo. Sandra, 31 años, asesinada el 3 de mayo en Bouqueval, golpeada y apuñalada…”. Hasta 97 mujeres, víctimas de la violencia machista en lo que va de año en Francia, fueron homenajeadas ayer, 28 de agosto de 2019, en la explanada de la alcaldía de París, en un acto organizado por las actrices Eva Darlan, Aure Atika et Catherine Marchal, quienes, ante una concentración de alrededor de trescietas personas,  fueron leyendo uno por uno los nombres e interpelando al gobierno de Macron  -« Nos encontramos en estado de urgencia. Sabemos cómo parar esta hecatombe. Basta aplicar la ley. El policía que se niega a hacerse cargo de una denuncia está fuera de la ley, el magistrado que sobresee un caso es mortífero, el estado que se ocupa de las mujeres y los niños que necesitan protección es indigno” –, exigiendo un presupuesto de mil millones de euros para luchar contra los “feminicidios”.  En Francia, cada tres días muere una mujer asesinada por su pareja o expareja.

Este de 2019 ha sido un verano especialmente cruel, desde el 21 de junio han asesinado a 29 mujeres francesas.  Para Lucien Douib, padre de Julia, asesinada por su expareja de un disparo, el 3 de marzo en Ile-Rousse, Córcega, “no se trata de una serie de sucesos, esto es una epidemia. No podemos seguir esperando, hay que actuar”.

« La violencia con las mujeres no es un hecho doméstico, es un hecho político », dijo la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, anunciando que el 31 de agosto se va a inaugurar un centro para mujeres de 15 a 25 años víctimas de violencia de género, y la creación de un seminario de “violencias conyugales” que va a funcionar de septiembre a noviembre estudiando los casos y sacando conclusiones acerca de las características que todos ellos tienen en común, lo que, según Marléne Schiappa, secretaria de estado para la igualdad de mujeres y hombres, “permitirá crear medidas más eficaces”. Las asociaciones feministas hacen hincapié en que, hasta la fecha, el gobierno del liberal Macron ha hecho poco más que un sondeo y reducir el presupuesto destinado a los centros de acogida.

En 2018, en Francia, donde “el feminicidio existe de hecho pero no en el derecho”, según un artículo publicado en el digital The Conversation (https://theconversation.com/peut-on-imaginer-une-infraction-de-feminicide-en-france-71511), murieron 121 mujeres víctimas de la violencia machista de su pareja o expareja.  Tanto la magistratura como los medios de comunicación se interrogan frecuentemente sobre la necesidad de introducir los crímenes de género en el Código Penal.

En el derecho penal francés existe el término « feminicidio », integrado en el “Vocabulario del derecho y las ciencias humanas”,  que sin embargo no figura en el Código Penal, donde solo existe el homicidio. El artículo apunta que lo mismo que parricidio, término que figuraba en el antiguo Código Penal de 1810, la palabra feminicidio –lo mismo que fratricidio, infanticidio y más recientemente ecocidio- existe en la lengua francesa. El diccionario Petit Robert, de uso obligado en todos los hogares franceses,  lo define como “homicidio de una mujer, una joven o una niña, en razón de su sexo”.

Esta noción existe igualmente en el derecho internacional, tanto en diversas recomendaciones de la ONU, como de la Organización Mundial de la Salud (que tiene editadas varias publicaciones sobre este asunto) o el Parlamento Europeo (Informe del 31 de enero de 2014). En la Unión Europea, el 13 de noviembre de 2015, se creó un Observatorio del Feminicidio.

“La antropología, el psicoanálisis y la medicina legal han comprendido la importancia de la calificación y ahora estudian las especificidades de este tipo de asesinatos. El doctor Juan Manuel Cartagena y su equipo han redactado una “guía de investigaciones” (“Guía de recomendaciones para la investigación eficaz del crimen de feminicidio”), con indicaciones para interpretar las características de este tipo de actos violentos, entre las que destacan la crueldad con que se ejecutan (Todos los casos presentan heridas similares, lesiones múltiples, lesiones post mortem, insultos, la “firma” del agresor en el cuerpo de la víctima, amputaciones parciales, ablación del pecho, mutilaciones genitales, desfiguración para borrar la identidad …)

El feminicidio, señala el artículo, exige una calificación jurídica exacta que el homicidio no cubre en su totalidad.  “Calificar estos actos de homicidio es dar un tratamiento uniforme a la violencia, pero la violencia no es una, sino múltiple, y cada una de ellas debe tener una pena adecuada. Persistir en no nombrarla equivale a animar la impunidad. Recordemos a Simone de Beauvoir: «Nombrar es desvelar, y desvelar ya es actuar ».
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