Trece años después de que el
realizador alemán Florian Henckel von Donnersmarck consiguiera el Oscar con su película
“La vida de los otros”, un auténtico
éxito de crítica y taquilla, y cuando ya han pasado más de ocho años de su
segundo filme, “El turista”, un mal remake interpretado por Jonnhy Deep y Angelina
Jolie, Henckel rompe un largo silencio con una película que dura algo más de
tres horas rodada en Alemania: "Werk
ohne autor", (literalmente “Una obra sin autor”), cuya distribución en los
países anglosajones se titula "Never look away", y en España se
estrena como “La sombra del pasado”, seductora biografía novelada del pintor
Gerhard Richter (pintor y fotógrafo alemán
nacido en Dresde en 1932, que se pasó a Occidente en 1961, y cuya obra
alcanzó reconocimiento mundial en los años 1980).
A través de estos tres personajes, Henckel, plantea
muchos y muy variados temas de reflexión: desde los estigmas de la infancia a
la inspiración artística y al cambio de régimen y su influencia en la vida de
los ciudadanos
Drama histórico muy personal, interpretado con
inteligencia por la pareja de jóvenes actores y el habitual carisma de
Sebastian Koch, lo que consigue que, a pesar de su duración, resulte una
película cautivadora, lírica y emocionante con algunas gotas de humor que se
agradecen y el planteamiento moral de que “los malos” raramente reciben un
castigo a la altura de sus crímenes. “Yo nací en 1973 –declara Henckel- y antes
de mi nacimiento mi madre ya formaba parte de la Unión socialista alemana de
estudiantes, y su obsesión era que Alemania no había castigado suficientemente
a los nazis. Cuando llegué a Berlín a los 8 años, tras haber pasado mi infancia
en Nueva York, cada vez que me cruzaba con una persona vieja me preguntaba que
habría hecho durante la guerra… Mis abuelos ya me habían explicado que las personas
malas entre 1933 y 1945 no tuvieron después vidas perfectas…”
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