lunes, 20 de julio de 2015

Unos días para recordar, divertida comedia sin pretensiones



Unos días para recordar (Bon rétablissement!), dirigida por Jean Becker (hijo de Jacques Becker, uno de los grandes del cine francés, (Conversaciones con mi jardinero, Mis tardes con Margueritte), es una entretenida e inocente comedia veraniega basada en una novela de la escritora francesa Marie-Sabine Roger e interpretada por los populares actores galos Gérard Lanvin (Cuenta Atrás) y Jean-Pierre Darroussin (Las nieves del Kilimanjaro). Unos días para recordar clausuró la última edición de la Seminci de Valladolid.

Inmovilizado en un hospital con una pierna escayolada, tras sufrir una caída al rio Sena, Pierre, un tipo en torno a los sesenta años, misántropo, refunfuñón y acostumbrado al silencio de una vida en soledad, asiste impotente a las continuas visitas de familiares, amigos, otros pacientes y médicos y enfermeros del; toda una galería de personajes contemporáneos a la que añaden notas de color una enfermera negra, un policía, una adolescente de los suburbios y un joven que se prostituye para pagarse los estudios y que fue quien le sacó del río.

Entre todos, crean un ambiente variopinto y divertido en ocasiones, cargado de humanismo de andar por casa; un ambiente que el herido aprecia poco, no ve el momento de que todos dejen de preocuparse por él y le dejen solo. Sin embargo, el contacto con personas tan diferentes acaba haciéndole cambiar algunos puntos de vista y, contra todo pronóstico, “la estancia en el hospital acaba pareciéndose a una especie de renacimiento…”.

El guión no es gran cosa, incluso poco creíble el accidente inicial, pero el trabajo de los actores consigue sacar adelante hora y media de entretenimiento sin pretensiones y arrancarnos más de una sonrisa.



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