"Ocean Viking" sustituye al "Aquarius" |
Al mismo tiempo que, en este comienzo de agosto de
2019, las organizaciones humanitarias
SOS Mediterráneo y Médicos sin Fronteras anunciaban la sustitución de la nave
“Aquarius”, que hace ocho meses dejó de realizar tareas de salvamento de náufragos,
por un barco nuevo algo mayor y más rápido, el “Ocean Viking”, con capacidad
para 300 personas, el ultraderechista y xenófobo ministro italiano de Interior,
Matteo Salvini, obtenía una nueva victoria en su particular cruzada contra
quienes salvan a migrantes y refugiados en el mar con un decreto que amplía
hasta un millón de euros las multas para los barcos que entren en aguas
italianas sin autorización.
El decreto, aprobado en el Senado por 160 votos frente
a 57, autoriza también a detener a los
capitanes que ignoren la orden de mantenerse fuera de las aguas territoriales y
al embargo de los barcos.
El pasado mes de junio, la policía italiana de
fronteras se incautó del barco
humanitario alemán Sea Watch, capitaneado por Carola Rackete, cuando entró sin
permiso en el puerto siciliano de Lampedusa. Afortunadamente, y a pesar de las
protestas de Salvini, la justicia italiana anuló días más tarde la orden de
arresto domiciliario de la capitana, quien ha podido regresar a su país.
Ocean Viking,
el sustituto del Aquarius
Por su parte el Ocean ViKing, el nuevo barco con el
que SOS Mediterráneo y Médicos sin Fronteras van a continuar el trabajo de
salvamento de refugiados y migrantes náufragos o abandonados a su suerte por
los traficantes de personas en pleno Mediterráneo, salió el pasado 4 de agosto con
una tripulación de 31 personas del puerto de Marsella, iniciando su primer
viaje de salvamento, pese a las órdenes de Salvini sobre las aguas italianas y
a no saber en qué puertos conseguirán atracar: “Esto no puede seguir así, con
discusiones interminables entre los estados europeos cada vez que llevamos a
cabo una operación de salvamento –ha manifestado Sophie Beau, directora general
de SOS Mediterráneo- Es necesario que se articule un mecanismo previsible y
coordinado”.
El Mediterráneo se ha convertido en estos últimos
tiempos en “la ruta marítima más letal” del mundo. Según la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM), desde el comienzo del año 2019 han
desaparecido en sus aguas 840 personas, en los naufragios de los que se ha
tenido noticia: “Está claro que hay que actuar con urgencia para salvar vidas.
Esa es justamente nuestra misión”, ha añadido Sam Turner, jefe de la misión de
Médicos sin Fronteras en Libia.
El Ocean Viking navegará en aguas internacionales
frente a las costas libias, “la zona con el índice de mortalidad más alto, allí
son muchos los que se ahogan”, asegura la portavoz de SOS Mediterráneo, “la
polémica no debe centrarse en la cuestión del salvamento sino en la de la
acogida. A nosotros, lo que nos importa es impedir que la gente muera. No se
puede tolerar hoy que alguien tenga que elegir entre morir en Libia o morir
ahogado en el mediterráneo. No estamos aquí para discutir la política de
acogida de la Unión Europea, sino para recordar que lo que sus países no hacen
lo están haciendo otros”.
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