Escrita y producida por el
cineasta mexicano Guillermo del Toro (Oscar a la Mejor
Pelicula y al Mejor Realizador en 2018 por “La forma del agua), la película “Historias de miedo para contar
en la oscuridad” (Scary stories to tell
in the dark) está inspirada en la serie de libros de terror, destinados
a un público juvenil, publicados por el periodista y escritor Alvin Schwartz entre
1981 y 1991, que tuvieron una excelente acogida en los países anglófonos
gracias, entre otras cosas, a las ilustraciones de Stephen Gammell: sombríos dibujos en blanco y negro de
cadáveres, esqueletos, ratas, espantapájaros y cuerpos heridos como sueños
descompuestos.
La película combina momentos de media docena de las
más populares historias de Schwartz, en una mescolanza que sitúa en
Pennsilvania, en el otoño de 1968.
La joven Sarah
Bellows, quien vivió secuestrada por su familia en una habitación secreta de la
mansión familiar en el pueblo de Mill Valley, tuvo una existencia torturada y
conoció terribles secretos que dejó escritos, aparentemente con sangre, en un cuaderno que -muchos años después pero
en una época, 1968, en la que todavía no existían ni Internet ni los teléfonos
móviles lo que de alguna manera garantiza una cierta “pureza” en las relaciones
de convivencia en una localidad pequeña- un grupo de adolescentes encuentra en
una noche de Halloween en que decide tomar por asalto la casa abandonada.
Las terroríficas historias que allí se relatan
se convierten en reales a medida que los chicos las van leyendo, liberando las
fuerzas del mal que se esconden en sus páginas, que se siguen escribiendo solas
provocando una cadena de muertes. Los chicos deberán ser capaces de vencer sus
temores para salvarse, salvar a los demás
habitantes del pueblo de las extrañas criaturas, y poner fin a la
carnicería.
Con todos los ingredientes habituales –casa encantada
y oscura, laberíntica y llena de secretos, disfraces de muertos vivientes,
fantasmas del pasado que han venido a vengarse, zombies resucitados…- y el
nacimiento de una historia de amor entre los jóvenes actores Zoe Colletti
(“Incendios”, “Annie”) y Michael Garza
(“Los juegos del hambre: Sinsajo parte 1”), “Historias de miedo para contar en
la oscuridad” está dirigida por el inconformista realizador noruego André Øvredal (“La autopsia de Jane
Doe”, “El cazador de trolls”), suficientemente acreditado en el género.
Escasamente
original y muy básica en su argumento, con mucha dificultad para conectar con
los personajes pero bien realizada y bastantes convincentes los “monstruos”, la
película reúne suficientes elementos –empezando por el equipo de los autores
(escritor, realizador, productor)- como ara llenar un rato de ocio veraniego
sin más pretensiones que reunir
“casualidades” para conseguir inquietar al espectador y, quizá, rendir un
homenaje personal a aquellos cineastas de los ’80 con cuyas películas crecieron
los responsables de estas “Historias de miedo para contar en la oscuridad” que,
lo confieso, a mi no me han dado ningún miedo.
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