Protesta en el Ayuntamiento de París |
« Chloé,
33 años, estrangulada el 27 de abril en
Bar-le-Duc, un hijo. Sandra, 31 años, asesinada el 3 de mayo en
Bouqueval, golpeada y apuñalada…”.
Hasta 97 mujeres, víctimas de la violencia machista en lo que va de año en
Francia, fueron homenajeadas ayer, 28 de agosto de 2019, en la explanada de la
alcaldía de París, en un acto organizado por las actrices Eva Darlan, Aure
Atika et Catherine Marchal, quienes, ante una concentración de alrededor de
trescietas personas, fueron leyendo uno
por uno los nombres e interpelando al gobierno de Macron -« Nos
encontramos en estado de urgencia. Sabemos cómo parar esta hecatombe. Basta aplicar
la ley. El policía que se niega a hacerse cargo de una denuncia está fuera de
la ley, el magistrado que sobresee un caso es mortífero, el estado que se ocupa
de las mujeres y los niños que necesitan protección es indigno” –,
exigiendo un presupuesto de mil millones de euros para luchar contra los “feminicidios”. En Francia, cada tres días muere una mujer
asesinada por su pareja o expareja.
Este de 2019 ha sido un verano especialmente cruel, desde
el 21 de junio han asesinado a 29 mujeres francesas. Para Lucien Douib, padre de Julia, asesinada
por su expareja de un disparo, el 3 de marzo en Ile-Rousse, Córcega, “no se
trata de una serie de sucesos, esto es una epidemia. No podemos seguir
esperando, hay que actuar”.
« La violencia con las
mujeres no es un hecho doméstico, es un hecho político », dijo la
alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, anunciando que el 31 de
agosto se va a inaugurar un centro para mujeres de 15 a 25 años víctimas de
violencia de género, y la creación de un seminario de “violencias conyugales”
que va a funcionar de septiembre a noviembre estudiando los casos y sacando
conclusiones acerca de las características que todos ellos tienen en común, lo
que, según Marléne Schiappa, secretaria de estado para la igualdad de mujeres y
hombres, “permitirá crear medidas más eficaces”. Las asociaciones feministas
hacen hincapié en que, hasta la fecha, el gobierno del liberal Macron ha hecho
poco más que un sondeo y reducir el presupuesto destinado a los centros de
acogida.
En 2018, en Francia, donde “el feminicidio existe de hecho pero
no en el derecho”, según un artículo publicado en el digital The Conversation (https://theconversation.com/peut-on-imaginer-une-infraction-de-feminicide-en-france-71511),
murieron 121 mujeres víctimas de la violencia machista de su pareja o
expareja. Tanto la magistratura como los
medios de comunicación se interrogan frecuentemente sobre la necesidad de
introducir los crímenes de género en el Código Penal.
En el derecho penal francés existe el término
« feminicidio », integrado en el “Vocabulario del derecho y las
ciencias humanas”, que sin embargo no
figura en el Código Penal, donde solo existe
el homicidio. El artículo apunta que lo mismo que parricidio, término
que figuraba en el antiguo Código Penal de 1810, la palabra feminicidio –lo
mismo que fratricidio, infanticidio y más recientemente ecocidio- existe en la
lengua francesa. El diccionario Petit Robert, de uso obligado en todos los
hogares franceses, lo define como
“homicidio de una mujer, una joven o una niña, en razón de su sexo”.
Esta noción existe igualmente en el derecho internacional,
tanto en diversas recomendaciones de la ONU, como de la Organización Mundial de
la Salud (que tiene editadas varias publicaciones sobre este asunto) o el
Parlamento Europeo (Informe del 31 de enero de 2014). En la Unión Europea, el 13
de noviembre de 2015, se creó un Observatorio del Feminicidio.
“La antropología, el psicoanálisis y la medicina legal han comprendido
la importancia de la calificación y ahora estudian las especificidades de este
tipo de asesinatos. El doctor Juan Manuel Cartagena y su equipo han redactado
una “guía de investigaciones” (“Guía de recomendaciones para la investigación
eficaz del crimen de feminicidio”), con indicaciones para interpretar las
características de este tipo de actos violentos, entre las que destacan la
crueldad con que se ejecutan (Todos los casos presentan heridas similares,
lesiones múltiples, lesiones post mortem, insultos, la “firma” del agresor en
el cuerpo de la víctima, amputaciones parciales, ablación del pecho,
mutilaciones genitales, desfiguración para borrar la identidad …)
El feminicidio, señala el artículo, exige una calificación jurídica
exacta que el homicidio no cubre en su totalidad. “Calificar estos actos de homicidio es dar un
tratamiento uniforme a la violencia, pero la violencia no es una, sino
múltiple, y cada una de ellas debe tener una pena adecuada. Persistir en no
nombrarla equivale a animar la impunidad. Recordemos a Simone de Beauvoir: «Nombrar
es desvelar, y desvelar ya es actuar ».
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