martes, 30 de mayo de 2017

“Clash”, Egipto después de su primavera revolucionaria

“Una buena peliculita condensada de las que no nos gustan” (Cahiers de cinéma)

“Clash” ( Eshtebak), es una angustiosa y sofocante película dirigida por el egipcio Mohamed Diab (“Las mujeres del autobús 678”), que trata las consecuencias inmediatas a la revolución de 2011: los duros enfrentamientos callejeros entre los partidarios de los islamistas, y del depuesto presidente Morsi, y el ejército (por cierto, golpista) en los días posteriores al triunfo de la “revolución” de la primavera egipcia que acabó con cuatro décadas de dictadura de Hosni Mubarak y propició el ascenso de los Hermanos Musulmanes, llevando a la configuración de distintos movimientos ciudadanos que se tiraron de nuevo a la calle pidiendo la “renovación democrática” de un Egipto que nunca ha conseguido ser el estado laico que se proclama.

El 3 de julio de 2013, en El Cairo, el presidente islamista Morsi, elegido un año antes, ha sido destituido por el ejército mientras en la calle hay una masiva y violenta manifestación contra la “hermandad”. Los partidarios del gobierno destituido expresan sus sentimientos y exigen la vuelta del presidente derrocado. Un grupo de manifestantes, de distinto sexo, condición y edad, es detenido por la policía y encerrado en un furgón minúsculo. Entre los confinados se encuentran un periodista egipcio-estadounidense de Associated Press y su camarógrafo egipcio. Dentro del angustioso vehículo, con un calor asfixiante, explotan de nuevo las diferencias políticas y religiosas.

Las calles agitadas de El Cairo, que el furgón recorre, y los violentos enfrentamientos, como los francotiradores apostados en las terrazas, son filmados desde los tragaluces enrejados que son las ventanillas blindadas del vehículo policial, haciendo -como señala la promoción de la película- que el todo “parezca real porque es real”.

Especie de paseo de pesadilla por una ciudad destrozada a sangre y fuego, “observación atenta de un país desde el interior de una cárcel itinerante”, con un puñado de escenas fuertes, casi insoportables, y unos cuantos impresionantes enfrentamientos callejeros, “Clash” -rodada desafiando la censura del intransigente gobierno egipcio- agobia al espectador casi tanto como están agobiados los personajes que, encerrados en el furgón policial, pasan una sed que se palpa, unas inaguantables ganas de orinar e incluso una rociada con manguera de agua a presión y los efectos de las bombas de gases lacrimógenos lanzadas en el exterior.

Una narración tórrida «a puerta cerrada», salpicada por diálogos que expresan la rabia, la incertidumbre y la esperanza del pueblo egipcio, confundido después de “ganar una revolución” y elegir al presidente “equivocado”: ni la victoria de la calle indignada, ni la consecutiva elección ciertamente democrática fueron capaces de terminar con la influencia religiosa, omnipresente en la vida cotidiana.

El hecho de que prácticamente toda la historia ocurra en el interior de un habitáculo recalentado por la temperatura ambiente y por el exceso de personas encerradas, que comparten el mismo malestar y las mismas incomodidades, acaba imponiendo el diálogo y acentuando una solidaridad “natural” que borra muchos matices de las diferencias iniciales.

“Clash” es una película pedagógica e intensa, y también un tanto teatral, cuyo planteamiento puede parecer simplista pero cuyo desarrollo acaba por revelar la desconfianza y el desprecio mutuo de las dos facciones en que se dividió el pueblo egipcio tras los acontecimientos de una de las grandes “primaveras árabes”, y que deja en el aire el interrogante de hacia dónde va ese pueblo, cuyas diferencias perduran hasta el día de hoy.


lunes, 29 de mayo de 2017

La cara oculta de la luna, un viaje a los infiernos

“La cara oculta de la luna” (Die dunkle Seite des Mondes), es un confuso thriller psicológico, dirigido por el alemán Stephen Rick (The Good Neighbour, la serie televisiva Allein gegen die Zeit, en antena desde 2010) y protagonizado por Moritz Bleibtreu (“Corre Lola corre”), Jürgen Prochnow (“El código Da Vinci”, “La consecuencia”) y Nora von Waldstätten (“Personal Shopper”, “La vida eterna”).

El guion de la película está basado en la novela policiaca, del mismo título, del autor suizo Martin Suter, un best-seller mundial de 2000 que solo en Alemania vendió más de un millón de ejemplares (lo que estos tiempos de lo digital es mucho vender).

Abogado multimillonario en una compañía farmacéutica de prácticas dudosas, y especialista en la fusión de empresas, Urs Blank, atraviesa por una crisis de confianza en sí mismo cuando entabla una relación adúltera con la joven Lucille, que le ofrece un mundo diferente: el de la psicodelia a partir del consumo de setas alucinógenas que acaban transformando su personalidad y haciéndole perder el control, sacando lo peor de su interior, cargándose su brillante carrera y llevándole a refugiarse en un bosque mientras le busca la policía.

“Había muchos aspectos interesantes en el libro -dice el realizador Stephen Rick-, pero lo que me interesó sobre todo fue el viaje que hace el personaje, Urs Blank, de hombre de negocios a hombre de los bosques, y la manera en que pierde el control de su vida. Esa forma en que lucha consigo mismo, y con sus pulsiones agresivas, cada vez más continuadas y menos controladas, tras ingerir la droga”.

Para el protagonista Moritz Bleibtreu, que interpreta a eses hombre que descubre la cara oculta de su personalidad, «hace cosas que no quiere hacer, pero afortunadamente tiene una conciencia. Y a partir de un momento sabe que no hay que escapatoria. Y entonces todo gira en torno a su enfrentamiento con el diablo”. Yo más bien diría que con el lobo -omnipresente y simbólico- que aparece cuando la luna muestra su cara oculta.

Estamos ante un thriller urbano denso y formal, muy “hollywoodiano”, ambientando en esa parte de la sociedad moderna donde el dinero es el rey. Ante una película que saca a la luz el poder de los dirigentes de las multinacionales y sus agentes destacados, los abogados de negocios. “Lamentamos un happy end inverosímil que obedece a los imperativos de una moral normativa” (avoir-alire.com).



viernes, 26 de mayo de 2017

“Me casé con un boludo”, entretenida sin más

Me casé con un boludo, comedia romántica que con ese título solo puede ser argentina, está dirigida por Juan Taratuto ("No sos vos, soy yo", "Papeles en el viento", "Un novio para mi mujer") y protagonizada por Adrián Suar (‘Dos más dos’, ‘El hijo de la novia’) y Valeria Bertuccelli (‘Todos queremos lo mejor para ella’, ‘Luna de Avellaneda’), pareja que ya trabajó a las órdenes del mismo director en “Un novio para mi mujer". Comedia en la línea de la vida tal y como es, y no como la querríamos.

Fabián Brando es una estrella de cine famosa. Florencia, una actriz completamente desconocida, pero novia del director de una película que ambos ruedan juntos, y durante la cual inician un romance que acaba en boda. Al poco tiempo, Florencia cae en la cuenta de que en realidad se enamoró del personaje y su marido es ese “boludo” (“pelotudo” le llama ante sus amigas) que encuentra en la cama cada noche. Fabíán, molesto al saberlo pero enamorado hasta las cachas, le pide al guionista que le “arme” un personaje con el que pueda mantener la llama que se está extinguiendo.

La película tiene un lado humorístico importante, con diálogos acertados, referencias cinematográficas -una vez más, el cine dentro del cine- y gags con chispa que hacen efecto. Sin más pretensiones, se trataba de entretener y eso lo consigue, e incluso consigue despertar alguna carcajada entre el público.



jueves, 25 de mayo de 2017

“Paula”, la primera mujer que tuvo un museo con su nombre

“Paula” es una especie de biopic de los últimos años de vida de la pintora Paula Modersohn-Becker, una de las más importantes representantes del expresionismo alemán del siglo XX. Está dirigida por Christian Schwochow ('Al otro lado del muro') y protagonizada por Carla Jury( “Blade Runner 2049” ), Albrecht Abraham Schuch (“Midiendo el mundo” ) y Stanley Weber (“Violette”. )

En Bremen y justo en los albores del siglo XX, en 1900, la joven Paula Becker, nacida en 1876, sueña con convertirse en pintora para desesperación de su padre, que la quiere esposa y madre. Pese a los tabúes de la época, se marcha de casa para vivir en la conservadora comunidad artística de Worpswede, en el norte de Alemania, donde se rebela contra el profesor que quiere que pinte según los cánones clásicos, e intenta imponer su personal estilo. Allí conoce al pintor Otto Modersohn, viudo con una niña pequeña. Una vez casados, él se niega a tener relaciones sexuales por temor a perderla, como perdió a su primera mujer. Paula espera pacientemente cinco años y después se marcha a París, junto a una amiga y el poeta Rainer Maria Rilke…

Paula Modersohn-Becker, prácticamente desconocida fuera de Alemania, es la primera mujer que tuvo un museo dedicado enteramente a su obra. En Bremen, donde se encuentra ubicado, celebrarán el centenario de su muerte el próximo 21 de noviembre. Una muerte muy prematura, tenía solo 31 años, a consecuencia de una embolia, a los pocos meses de dar a luz a una niña exactamente como había temido su marido.

En esta reconstrucción de los últimos años de la vida de Paula, precursora del expresionismo alemán, lo más destacado son el valor y la determinación con que ella creyó en su talento, cuando nadie más lo creía, y la forma en que intentó abrirse camino, mezclándose con la bohemia de la movida de un París de principios del siglo XX, que más parece una opereta en su reconstrucción -con grupos reducidos que cantan la Marsellesa por las esquinas y parisinos que “hablan con acento alemán” (NouvelObs), al menos en la versión francesa- que la “ville lumière” donde Paula buscaba el reconocimiento que no conseguía en su país, y donde en un año encontró un amante y pintó las 750 obras que dejó al morir.

“Paula” es la historia de una mujer que luchó con todas sus fuerzas por emanciparse en una sociedad paternalista y muy conservadora; una mujer también caprichosa y egoísta, que consiguió llegar a la meta que se había marcado aunque apenas tuvo tiempo para disfrutarla.


Un documental para celebrar las bodas de oro del Sgt. Peppers

Este 26 de mayo de 2017 llega a las salas de cine británicas un documental que intenta explicar el proceso creativo del considerado por muchos el mejor álbum de pop de todos los tiempos, la obra maestra de los Beatles: “Sgt.Peppers Lonely Hearts Club Band”. El documental se pondrá después a la venta, en DVD y Blu-ray el 5 de junio, y en VOD el 8 del mismo mes.

Realizado por Alan G. Parker, conocido por el documental “Who killed Nancy?” (sobre la muerte de Nancy Spungen, la novia del cantante Sid Vicious), la película titulada “The Beatles: Sgt Peppers & beyond” transcurre entre bastidores de la grabación del álbum, con entrevistas de músicos y especialistas, y muchas anécdotas.

El trailer del documental comienza con las palabras “It was fifty years ago today” (Era hace cincuenta años hoy), sobreimpresas en la imagen con el estilo que hace cincuenta años llamábamos “psicodélico”, idéntico grafismo al de tantos posters de la época, y es una referencia al primer verso del corte que da título al disco: “It was twienty years ago today”.

“En efecto, escribe Jeabn-François Convert en el digital Culturebox, era hace 50 años, y es también hoy, ‘Sgt Peppers lonely hearts club band’ sigue siendo el álbum de culto por excelencia. La gigantesca reedición (que sale a la venta también el 26 de mayo) le rinde un homenaje a la altura de su reputación”.