Me casé con un boludo, comedia
romántica que con ese título solo puede ser argentina, está dirigida por Juan
Taratuto ("No sos vos, soy yo", "Papeles en el viento",
"Un novio para mi mujer") y protagonizada por Adrián Suar (‘Dos más
dos’, ‘El hijo de la novia’) y Valeria Bertuccelli (‘Todos queremos lo mejor
para ella’, ‘Luna de Avellaneda’), pareja que ya trabajó a las órdenes del
mismo director en “Un novio para mi mujer". Comedia en la línea de la vida
tal y como es, y no como la querríamos.
Fabián Brando es una estrella de
cine famosa. Florencia, una actriz completamente desconocida, pero novia del
director de una película que ambos ruedan juntos, y durante la cual inician un
romance que acaba en boda. Al poco tiempo, Florencia cae en la cuenta de que en
realidad se enamoró del personaje y su marido es ese “boludo” (“pelotudo” le
llama ante sus amigas) que encuentra en la cama cada noche. Fabíán, molesto al saberlo
pero enamorado hasta las cachas, le pide al guionista que le “arme” un
personaje con el que pueda mantener la llama que se está extinguiendo.
La película tiene un lado
humorístico importante, con diálogos acertados, referencias cinematográficas -una
vez más, el cine dentro del cine- y gags con chispa que hacen efecto. Sin más
pretensiones, se trataba de entretener y eso lo consigue, e incluso consigue
despertar alguna carcajada entre el público.
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