Tristan Harris |
Tristan Harris, ingeniero que ha trabajado en Apple y Google,
donde fue especialista en cuestiones de ética y “persuasión humana”, ha fundado
Center for Humane Technology, una ONG cuyo objetivo es “invertir el desorden humano” (human
downgrading) y “volver a alinear la tecnología con la humanidad”.
Harris,
es -según Gizmodo, un blog
especializado en “artilugios y nuevas tecnologías” editado en Estados Unidos
por Gawker Media- uno de los más eficaces portavoces de la preocupación sobre los métodos y las dark patterns (astucias empleadas para
que hagamos cosas que no queremos, como inscribirnos en una web) que utilizan
las grandes compañías de Internet para engañar y manipular a los internautas.
Este asunto de la manipulación generalizada es actualmente objeto de un
debate en el Senado estadounidense tras la proposición de ley presentada por la
senadora de Nebraska Deb Fisxher y el senador de Virginia Mark Wagner, para que
se prohíban ese tipo de prácticas.
De prosperar, la proposición de ley llamada Detour Act (Deceptive
Experiences To Online Users Reduction) hará que muchas empresas se vean
obligadas a cambiar su modelo de negocio. Según el senador Mark Wagner: “Desde
hace años las redes sociales se apoyan en toda una panoplia de herramientas y
astucias para obligar a los usuarios a comunicar sus datos personales, sin ser
realmente conscientes de a qué están dando su consentimiento. Nuestro objetivo,
que es muy simple, consiste en instilar mayor trasparencia a un mercado muy
opaco, y hacer que los consumidores puedan adoptar decisiones conscientes sobre
la manera de compartir sus informaciones”.
Como muchos otros especialistas, Tristan Harris ha
sido llamado por la comisión senatorial para dar su opinión sobre la ley.
Apoyándose en distintos ejemplos, ha hecho un resumen terrorífico de los
entresijos de nuestra navegación en línea, y de la forma en que se ve
influenciada por métodos, diseños y algoritmos de los que ignoramos todo, tanto
cuando saltamos inocentemente de una página a otra de Interne, como cuando
publicamos un perfil en Facebook o hacemos un comentario en Twitter.
«Esto
funciona como una máquina de monedas, con capacidades de adicción similares a
las que actúan sobre los jugadores en Las Vegas », según la declaración de
Harris en el Senado, reproducida por Gizmondo. Un chute de dopamina tras otro, una recompensa tras
otra, se va creando una adición a base de « like » y del número de
seguidores en las redes sociales.
En su comparecencia ante la comisión del Senado que
estudia la Detour Act, Harris presentó su teoría del « avatar
digital »: un doble algoritmo que tiene cada internauta en los servidores
anónimos de las grandes plataformas, que
permite a los gigantes de Internet « conocernos mejor de lo que nos
conocemos a nosotros mismos , y por tanto manipular nuestros deseos,
acciones y reacciones ».
Al parecer, esta ciencia
algorítmica progresa a gran velocidad, igual que la de la inteligencia
artificial (IA): « Sin siquiera tener acceso a sus datos –aseguró
Harris a su auditorio- yo puedo predecir cada vez más cosas de ustedes
utilizando la IA”.
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