lunes, 15 de julio de 2019

“Hamada”, los saharauis que se inventan cada día

"En medio del desierto del Sáhara viven las generaciones a las que Marruecos negó el país en 1975".

Con vitalidad, humor y situaciones inesperadas, este documental-Mejor Película y Mejor Realizador en el último Festival de Cine de Gijón-, dirigido por el gallego Eloy Domínguez Serén (“No Cow on The Ice”),  es el retrato de un grupo de amigos que viven en un campamento de refugiados en pleno desierto. Juntos, usan el poder de la creatividad y la diversión para denunciar la realidad que les rodea y expandirse más allá de los límites del campamento.
Hamada, en árabe, es como se llaman las mesetas rocosas y desérticas en las que el viento se ha llevado prácticamente toda la arena. Los habitantes del desierto (saharauis) dicen « hamada » para significar un vacío carente de vida, pero también –como se entiende al ver el documental de Eloy Domínguez Serén-  para definir su condición de refugiados desde que el Sahara occidental-colonia española hasta 1975- constituye una reivindicación tanto de Marruecos como de Mauritania.
Protagonizada por jóvenes saharauis cuyas familias llevan cuarenta años viviendo en campamentos como el de Tinduf, en Argelia,  a la espera de un referedum de autodeterminación prometido por Marruecos en 1991, a cambio de la disolución y entrega de las armas del Frente Polisario, en contra de lo que pudiera pensarse “Hamada” no es una película triste, “Domínguez Serén y sus actores han optado por la otra cara de la medalla, la de la belleza de la ironía, de la complicidad y de la risa al compartir día tras día, y sin guió previo, la inventiva de una generación a la que llaman perdida” (Antoine Thirion, ex crítico de “Cahiers de Cinèma”, fundador de la revista digital “Independencia”).
A pesar de que trata de las consecuencias de sucesos ocurridos hace más de cuarenta años, “Hamada” tiene muchas conexiones con la actualidad: habla de la existencia de quienes se quedan sin patria y buscan oportunidades en entorno muchas veces hostiles. Desde 2014, su director,  Eloy Domínguez Serén, trabaja como profesor de cine en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf (Argelia): « Desde 2014 he pasado un total de ocho meses en los campamentos de refugiados de Tinduf, donde he construido una relación íntima y profunda con la comunidad. Allí he conocido a personas extraordinarias que se han convertido en los protagonistas de esta película. “Hamada” trata de la juventud, de la resistencia y de la rebelión, a través de fragmentos de vida de la juventud local. Los protagonistas del documental tienen veinte años y se encuentran atrapados en ese inmenso desierto árido pero conservan toda la vida, la fuerza y los deseos de la juventud. Continuamente me pregunto cómo pueden inventarse y reinventarse cada día en un lugar donde parece que no pasa nada, que nada se mueve”.

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