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Gui Minhai |
El librero disidente Gui Minhai, de 53
años, que posee la doble nacionalidad sueca y china y está especializado en la
venta de obras que ridiculizan a las élites del régimen comunista, fue detenido
el 20 de enero de 2018, mientras se encontraba acompañado de diplomáticos
suecos, según la información publicada en el diario francés L’Obs. La
Unión Europea ha pedido el 24 de enero al gobierno Pekín, que se niega a
facilitar ninguna noticia sobre las circunstancias en que se encuentra el
detenido, que libere inmediatamente a Gui Minhai “permitiéndole volver con su familia, y
recibir apoyo consular y tratamiento médico”, en palabras del embajador de la
UE en Pekín, Hans Dietmar Schweisgut, quien ha repetido las demandas formuladas
anteriormente por ls ministra sueca de Asuntos Exteriores, Margot Wallström.
Según su hija Angela, Gui Minhai fue
detenido el sábado 20por una decena de “hombres de civil que dijeron ser de la
policía”, cuando viajaba en un tren, con dos diplomáticos suecos, desde la
ciudad de Ningbo, donde reside, hacia Pekín, donde tenía concertada una visita
médica porque presenta síntomas de la enfermedad de Charcot.
Hasta hace dos años, Gui Minhai trabaja en
Hng Kong en la editorial Mighty Current que, disfrutando de la libertad que
existe en la antigua colonia británica, hoy territorio autónomo chino,
publicaba libros satíricos sobre la vida privada de los dirigentes del Partido
Comunista Chino, prohibidos en la China continental. En 2015 desapareció, con
otros cuatro compañeros de trabajo, cuando se encontraba de vacaciones en
Tailandia; reapareció meses después en un centro de detención chino. En 2016
hizo una “confesión” pública en la televisión estatal, llorando reconoció estar detenido por su implicación en un accidente
de tráfico, años antes, cuando conducía bebido.
En octubre de 2017 las autoridades
anunciaron que lo habían puesto en libertad; pero su hija ha asegurado en una
emisora de radio sueca, que, desde entonces, estaba en libertad vigilada en un
apartamento vigilado continuamente por la policía.
La diplomacia internacional ha juzgado
este caso como “insólito” Para Amnistía Internacional “esta detención, en
presencia de diplomáticos extranjeros, debería ser como una señal de alarma par
la comunidad internacional”.
L’Obs, por su parte, que « la sociedad
civil china está bajo fuertes presiones desde
la llegada al poder del presidente Xi Jinping, a finales de 2012. Han
perseguido, y detenidos, a muchos abogados y militantes de los derechos
humanos. Y los ciudadanos extranjeros no quedan al margen: en 2016, Peter
Dahlin, un militante sueco instalado en Pekín para formar defensores de los
derechos humanos, estuvo detenido tres semanas y después le expulsaron del país
por ‘atentado a la seguridad nacional”.
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