Una familia siria en una tienda cerca de Moira. Foto ACNUR |
Médicos sin Fronteras (MSF) asegura que cada semana
constata « casos de niños que intentan suicidarse para escapar a las
inhumanas condiciones en que viven en los campamentos de Lesbos », según
una información publicada este 9 de diciembre de 2019 en el diario francés
L’Obs. La organización pide que se efectúe una evacuación urgente, antes de que
llegue definitivamente el invierno.
« La situación de los solicitantes de asilo atrapados
en las islas griegas es trágica, inhumana” ha dicho el presidente internacional
de MSF, doctor Christos Christou, en un artículo hecho público el 8 de
diciembre en la RTBF (radio televisión belga en lengua francesa).
Caroline Willemen, que pasado un año en Lesbos como
coordinadora de MSF, ha testimoniado en la emisora belga sobre la insalubridad
de los campamentos (asegura que sigue teniendo pesadillas aunque regresó hace
tres semanas): « En las tiendas viven familias y personas de edad bajo la
lluvia, en medio del barro”, condiciones que, en su opinión, explican los
problemas de salud mental que aparecen en los niños: “Niños que antes no eran
agresivos, ahora lo son. Niños que no quieren comer, ni jugar, que vuelven a
mojar la cama a los 12 o 14 años. Niños
que se hacen daño, que se mutilan (…) Hay un inodoro para cada 65 personas y
una ducha para 90. Nadie debería vivir en esas condiciones (…) No es una
catástrofe natural ni una epidemia, es una opción política de la Unión Europea (UE) que obliga a las
personas a vivir en esas condiciones”.
Según la información de L’Obs, más de 37.000 personas
se amontonan en tiendas de los campamentos insalubres de Lesbos y otras cuatro
islas de mar Egeo, cuando su capacidad es de unas 6.300 personas. Tras el
acuerdo firmado en 2016 entre Turquía y la UE esos centros se han convertido en
zonas de espera para los solicitantes de asilo –en su mayoría procedentes de
Afganistán y Siria- que tienen que esperar meses, e incluso años, para que su
demanda sea atendida. Una información de la Agencia France-Presse alerta que de
que ya han llegado los primeros fríos a la isla de Lesbos: “Las tiendas
tiemblan por las ráfagas de viento, las basuras se acumulan, los niños juegan en el barro…”.
Según el Alto Comisariado de
naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), en Grecia se encuentran actualmente 5.000 menores no acompañados, 1.200 de
ellos en el campamento Moira de Lesbos,
en condiciones “extremadamente preocupantes e inadecuadas (…) en una situación
de urgencia que debe encararse”, según el director de ACNUR Filippo Grandi,
quien pide a Grecia y Europa que “actúen rápidamente para encontrar una
solución colectiva”.
También MSF y otras ONG’s que trabajan en la zona han
pedido « la evacuación urgente » de los niños, y otros migrantes
vulnerables, que sobreviven « en condiciones inhumanas y
miserables ».
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, llegado
al poder en julio de 2019, confiesa que ha fracasado en su intento de convencer
a los países de la UE para que se repartan la acogida de 3.000 menores no
acompañados, avisando que esos niños corren el peligro de ser sometidos s
explotación sexual y de sufrir violencia. La
información de L’Obs explica que el gobierno griego está llevando a cabo una ampliación
de su capacidad de acogida de migrantes, anunciando el cierre de los tres
campamentos más insalubres y superpoblados , en las islas de Lesbos, Samos y
Chios, y la apertura de estructuras “cerradas”, lo que le ha valido una lluvia
de críticas ante el temor de ver a los refugiados “encarcelados” en espera de
que se resuelva su caso.
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