A
veces pasan cosas que no deberían pasar
La cineasta
danesa de origen egipcio May el-Toukhy, dice de su segundo largometraje, “Reina
de corazones” (Droningen), que es “la historia del trágico
desplome de la felicidad”. Una mujer toma una serie de decisiones irreversibles
que tienen consecuencias inimaginables para ella y para la gente a la que
quiere. Esta película “explora cuán lejos estamos dispuestos a llegar una
vez que tomamos decisiones para protegernos y mantener el estatus
quo en nuestra existencia”. El título, ambivalente, hace referencia tanto a la mujer seductora que
es la protagonista como al cuento de la Alicia de Lewis Carroll que lee a sus
hijas antes de dormir.
Thriller
melodramático y a ratos erótico, fábula escandinava yo diría que típica (he
escuchado historias parecidas en Suecia, historias que suceden en ambientes
fríos y entre gente que esconde secretos), llega avalada por los premios que le
otorgado el público en varios festivales, entre ellos el muy prestigioso de
Sundance, y por el reconocimiento
unánime del excelente trabajo de su protagonista, la actriz y cantante danesa Trine Dyrholm
(“Festen”, “Revenge”, Oscar a la mejor película extranjera en 2011, “La
Comunidad”, Oso de Plata a la mejor actriz
en la Berlinale de 2016).
En la vida de
Anna, abogada de familia en la cuarentena, todo parece estar en perfecto orden:
a diario defiende a mujeres y niños maltratados, violados…pero en su casa, que
parece salida de una revista de decoración, todo marcha satisfactoriamente. Está casada con un médico, Peter (Magnus Krepper,
« Millenium » 2 y 3, « Gentlemen » ), con el que tiene dos
niñas gemelas. La rutina de la familia –“tan perfecta como solo podemos ver en
Dinamarca”, según un crítico francés- se
ve perturbada por la llegada de Gustav (Gustav Lindh), el complicado hijo
adolescente de un primer matrimonio de Peter. Mientras que padre e hijo tienen
dificultades para entenderse, Anna conecta
enseguida con el chico. Todo se desestabiliza cuando ella decide pasar a
un nivel superior.
Cautivadora,
cargada de tensión sexual, “Reina de corazones” es una película osada, de sentimientos
y deseos a flor de piel, del nacimiento de una atracción física, de los amores
prohibidos, las cosas que no se dicen y, como dice la publicidad, de las cosas
que no deberían ocurrir.
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