Cantando el himno en el centro comercial |
Un grupo de manifestantes se ha concentrado este domingo, 15
de septiembre de 2019, en las cercanías del consulado del Reino Unido en Hong
Kong para pedir que el gobierno de Londres se comprometa en la defensa de las
libertades de la población de su antigua colonia, y han entregado una petición en la
delegación diplomática para que el Reino Unido sea garante del cumplimiento de
los acuerdos de la retrocesión, en los que China se comprometió a respetar los
derechos democráticos de os habitantes del territorio semi-autónomo.
Cientos de personas han cantado el himno
británico, enarbolando la « Union Jack », así como la antigua bandera
colonial. En la semana décimoquinta de protestas los manifestantes siguen
pidiendo reformas democráticas y denunciando la brutal actuación policial.
Algunos piden incluso la posibilidad de que los habitantes de Hong Kong puedan
obtener la nacionalidad británica, o de algún otro país de la Commonwealt.
Muchos habitantes de Hong Kong –cientos de miles- consiguieron, antes y después
de la retrocesión de la colonia a China, un pasaporte especial emitido por el
gobierno británico y reservado para los “ciudadanos británicos del extranjero”
(British National Overseas, BNO), que facilita la entrada en el Reino Unido
pero no garantiza ni trabajo ni residencia. Un grupo en torno a 130
parlamentarios británicos firmaron esta semana una carta, pidiendo al Reino
Unido y a los países de la Commonwealth que acojan a los ciudadanos de Hong
Kong que quieran emigrar.
De
nuevo han ondeado también banderas estadounidenses en las concentraciones, como
una forma de pedir al Congreso de
Estados Unidos que apruebe la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong
Kong, un proyecto propuesto por algunos legisladores que, en caso de aprobarse
lo que no parece probable, preconiza que el gobierno de Washington tiene que
certificar anualmente que Hong Kong
sigue siendo autónomo de China continental.
Además
de estas dos protestas puntuales, el décimoquinto fin de semana de las
protestas, que además ha coincidido con la celebración, el 15 de septiembre,
del Día Internacional d la Democracia,
ha transcurrido con el mismo tono que los anteriores. Decenas de miles
de personas han salido las calles pese a
la prohibición de las autoridades y las cargas policiales han provocado
incidentes muy violentos. La policía ha lanzado chorros de agua a presión
teñida de un azul intenso, y gases lacrimógenos. Los manifestantes, por su
parte, han respondido arrojando huevos,
ladrillos y cócteles molotov.
La
mayor novedad de las últimas jornadas de protesta es cómo la canción “Glory to
Hong Kong” -con música compuesta el
verano pasado por un joven que quiere que le llamen Thomas y se niega a dar a
conocer su apellido, y letra escrita con las aportaciones de decenas de
personas a través de las redes sociales- se ha ido imponiendo poco a poco hasta
convertirse en el himno de la protesta. Tras subirla a Internet y una primera
cita para entonarla en un centro comercial, a la que acudieron varios
centenares de personas vestidas de negro como viene siendo norma en las
concentraciones que ocuparon las cuatro plantas del negocio, la han grabado en
un vídeo oficial que ya ha conseguido más de un millón de visitas en YouTube. La
semana pasada fue entonada por buena parte de la asistencia al partido de
clasificación para el Mundial de fútbol entre las selecciones de Hong Kong e
Irán. La canción concluye: “Venid, hijos de nuestra patria, ha llegado el
momento de la revolución, la libertad pertenece a esta tierra, gloria a Hong
Kong”.
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