Una comedia más que apenas aporta nada a la cinematografía
francesa, “El papel de sus vidas” (Ni une ni deux), dirigida por Anne Giafferi
(“Ange et Gabrielle”), ha dado a la actriz Mathilde Seigner (“Vuelta a casa de
mi madre) la oportunidad de hacer doblete, interpretar dos papeles, Julie y
Laurette, esfuerzo que no es nuevo en la historia del cine, donde recibe el
nombre alemán de doppelgänger (el doble, el sosias), y que
raramente se ha visto recompensado con el aplauso de la crítica.
Inspirada en un caso real ocurrido en Francia con dos
gemelas de origen asiático separadas al nacer, una adoptada en París y la otra
en Perpignan, que se encontraron en facebook. En “El papel de sus vidas” las
dos mujeres se encuentran ya en la mitad de sus vidas cuando una,Julie, actriz
que tras una operación de cirugía estética en la cara se encuentra
imposibilitada para cumplir el compromiso de una película, tiene que recurrir a
buscar una sosias que le sustituya temporalmente en el rodaje. La intervención
del destino no es del todo casual, la sustituta es su hermana gemela, Laurette,
una peluquera que, por cierto, andaba
buscándola conocedora del episodio que les había separado. Para añadir algún
componente a la fábula, y proporcionar cierta fortaleza a la película, las
hermanas tienen caracteres diametralmente opuestos.
Comedia sentimental ligera con pocas pretensiones explota varios
temas de actualidad, como son el de las adopciones de gemelos (o mellizos) –que,
según el parecer de muchos psicólogos de distintas escuelas, experimentan
durante toda su vida la falta del “complementario”-. El de los secretos de
familia y el papel de la educación en el desarrollo de la personalidad. Fantasía bastante crítica
con el papel de “la actriz”, voluble y caprichosa, y con la crueldad con que el
mundo del celuloide se enfrenta a su envejecimiento, condenándola a papeles
secundarios, e incluso de figuración.
Entretenida para una tarde de domingo lluvioso.
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