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La tripulación del Open Arms en el puerto de Barcelona |
Atendiendo la petición de la Fiscalía, la Gip (Quinta
Sección Penal) de Catania, en Sicilia, ha
archivado la causa abierta contra el comandante Marc Reig Creus y la jefa de
misión Ana Isabel Montes Mier, del barco de la ONG española ProActiva Open
Arms, acusados de asociación para delinquir y de pertenencia a las mafias de la
inmigración. En concreto, los dos españoles estaban acusados del desembarco en marzo de 2018, en el puerto de Pozzallo, de 218 migrantes a los que socorrieron en
alta mar cerca de Libia. Tanto la fiscalía como el juez instructor han
concluido que no existen pruebas para acusarles de tráfico de personas.
Sin embargo, tienen pendiente todavía, en la fiscalía de Ragusa, Sicilia,
un procedimiento abierto por “favorecer la inmigración clandestina y violencia
privada”. Este último cargo se refiere a la doble negativa de los acusados de
entregar a los inmigrantes a la Guardia Costera de Libia y de atracar en un
puerto de Malta, lo que motivó que el barco estuviera inmovilizado en el puerto
de Pozallo, durante algunas semanas, por orden judicial.
“Nos sentimos muy felices de saber
que se ha dado un paso más hacia el establecimiento de la verdad- ha sido la
respuesta de ProActiva Open Arms al archivo de la causa- Confirmamos que
siempre hemos actuado respetando las Convenciones internacionales y el Derecho
del Mar, y que continuaremos haciéndolo movidos por el único objetivo de defender
la vida y los derechos de las personas más vulnerables”.
“Estamos seguros –continúa el
comunicado de la ONG española- de que las evidencias judiciales de los últimos
meses podrán servir de dique frente a las opciones de la política europea y
ayudarán a reconstruir con claridad una trágica página histórica, la de los
miles de vidas ahogadas en el Mediterráneo Central ante el silencio de Europa.
Según la información facilitada
por algunos abogados, en Trapani, siempre en Sicilia, continua abierta la causa
contra los cooperantes de la ONG alemana Jugend Rettet, entre los que se
encuentra el bombero español Miguel Roldán, a los que se han encontrado “graves
indicios” de contactos entre la tripulación y los traficantes de personas, al
menos en tres ocasiones, en 2016 y 2017: se sospecha que los traficantes
escoltaban a inmigrantes en barca hasta dejarlos en manos de la tripulación del
barco “Iuventa”, propiedad de Jugend Rettet.
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