“Los que son amigos de todos no son amigos de nadie”
“El amigo de todos”, documental estrenado en el último Festival de Cine de Gijón que ahora, pasados varios meses, se estrena en los cines rspañoles, es una indagación sobre la figura de Auke Bert Pattist, un nazi de origen holandé, teniente en las filas de las SS hitlerianas que, finalizada la Segunda Guerra Mundial, huyó a España, refugiándose en Oviedo, Asturias, donde vivió como un vecino más, sin que nadie le cuestionara; tampoco nadie le persiguió nunca, como fue el caso de otros responsables del Holocausto.
“El amigo de
todos” es una historia narrada en retrospectiva que nace de los
recuerdos de un niño fascinado por aquel hombre que frecuentaba el bar de sus
padres. Un niño, hoy adulto, que se debate entre viejos periódicos,
pruebas jurídicas y sospechas que difuminan la reconstrucción del nazi
que hechizó su mirada infantil.
El
documental, dirigido por José Antonio
Quirós (“Pídele cuentas al Rey”, “Cenizas del cielo”, Todo el tiempo del
mundo”, “Objetivo Braila”, “Desde Rusia
con dolor”, “Despoblados”) está armado como un
puzle de situaciones y personajes que se mueven entre contradicciones –los
recuerdos no siempre son todo lo fieles o nítidos que querríamos- sin ponerse de acuerdo en un retrato firme
respecto a Pattist. Sin embargo, todos coinciden en que el teniente de las
Waffen SS era un tipo camaleónico, “amigo de todos, que se mimetizó con
sorprendente facilidad en una España franquista -más tarde democrática- que no
quería ver, pero sí oír y callar”.
A Auke Bert Pattist sus vecinos de Oviedo le llamaban “el alemán”.
Era un holandés que aterrizó entre nosotros en la segunda mitad de los años 40 como
representante de productos industriales; en los años 60 y 70 se ganaba la vida
como traductor para los ingenieros alemanes que trabajaban en las minas. Un
tipo simpático, querido, que se iba de copas con los periodistas y al que los
niños admiraban en una época en la que se veían pocos extranjeros.
Era el amigo de
todos. También era un ex militante nazi, reclamado durante décadas, sin éxito, por Países Bajos, por su actividad como
colaboracionista en la Segunda Guerra Mundial y
acusado de crímenes de guerra.
“El amigo de
Todos” recorre la vida de Pattist en España y su relación
con las autoridades franquistas y su entorno. La llegada de la democracia no
cambió su situación. El realizador lo conoció de niño como cliente habitual del
bar de sus padres.
«Quería – dice José Antonio
Quirós- hacer un documental sobre los silencios, el ver, oír y callar de la
dictadura que hizo que no se hablase de los cientos de nazis que se refugiaron
aquí. Pero lo curioso de este personaje es que, al contrario que los demás,
nunca se escondió». Parece que incluso se vanagloriaba ante sus amigos
periodistas.
“El amigo de todos” (1) no es un
caso único: en la zona de Valencia y Alicante, varias generaciones han
convivido también con especímenes de la misma ralea que Pattist: algunos incluso
fueron “cazados” y llevados clandestinamente a Israel para ser juzgados. Quizá
la curiosidad, en este caso, es que el exteniente nazi viviera en Asturias hasta
su fallecimiento, en 2001, sin que nadie lo cuestionara.
(1) “El amigo de todos” se podrá
ver en cines de Madrid a partir del próximo viernes 28 de junio de 2024.
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