Captura
de pantalla de la proposición oficial de ley para liberar del miedo
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Diecinueve diputados de la Asamblea
Nacional de Serbia han presentado una proposición de ley para garantizar a los
ciudadanos de Serbia el derecho a «no tener miedo»; un derecho, que, por otra
parte, ya garantiza la Constitución del país pero que parece peligrar ante los
abusos de poder de muchos políticos en los últimos meses, especialmente
manifiestos en el trato que reciben los medios de comunicación y sus
trabajadores, los profesionales de la información, informa Danica Radisic (1)
en el digital Global Voices Online.
La proposición de ley procede de un
grupo de representantes de la oposición en la Asamblea, miembros del Partido
Democrático (Demokratska Stranka – DS) y del Nuevo Partido (Nova Stranka – NS).
De los 250 diputados que se sientan en el Parlamento de Serbia, salidos de las
elecciones de marzo de 2014, 158 son miembros del Partido Progresista Serbio
(Srpska Napredna Stranka – SNS), dirigido por el actual Primer Ministro
Aleksandar Vučić. Vučić y sus colaboradores han sido acusados frecuentemente, a
todo lo largo de 2014, de presionar a los medios de comunicación y a los
periodistas. Ellos niegan las acusaciones pero algunas de las prácticas de su
gobierno las hacen evidentes.
La periodista Milena Knezevic
escribió, en los primeros días de 2014, en Index on Censorship (La Censura al
Indice, una de las mayores organizaciones mundiales de defensa de la libertad
de prensa, creada en Gran Bretaña en 1972): “Se sabe que la policía ha
interrogado, y atacado física y verbalmente, con total impunidad, a un
periodista por compartir un comentario en Facebook. El control indirecto de los
medios, las campañas de difamación y otros métodos secretos de "censura
pérfida" son un desafío muy grave para libertad de la prensa serbia”.
“Milošević nunca amordazó a los
medios con tanta perfidia. Sus métodos eran mucho menos sofisticados y hacía
todo a plena luz”, ha dicho la eminente periodista Olja Beckovic. Y parece que
sus colegas están de acuerdo en la extensión de la censura: el 90% de los
periodistas que han respondido a sondeo reciente han declarado que en los
medios serbios existen censura y autocensura, y el 73% opinan que esos medios no
informan de manera objetiva.
La proposición de ley sobre la libertad
de no sentir miedo, fue publicada en su cuenta en las redes sociales, el 20 de
noviembre de 2014, por la diputada Gordana Čomić, miembro del Partido Demócrata
y Vicepresidenta de la Asamblea Nacional. En “las razones que explican la
presentación de la ley”, los representantes de la oposición serbia argumentan
la “necesidad de proteger las libertades civiles garantizadas por la
Constitución, en el caso de que las autoridades gubernamentales violen dichas
libertades [...]. Consideramos que nadie, y en particular las autoridades
gubernamentales, está autorizado a incitar al miedo a los ciudadanos de la
República de Serbia mediante un abuso de autoridad en el ejercicio de sus
funciones, o a crear un estado de temor e incertidumbre que obligue a los ciudadanos
a actuar en contra de su voluntad”.
En una conversación con la
corresponsal de Global Voices Online, Gordana Čomić ha asegurado que espera que
todos los diputados de la Asamblea Nacional comprenderán no solo la importancia
de que la ley sea aprobada, sino también de hacerlo con la mayor
celeridad posible.
(1) “La presión de los políticos en
el poder sobre los medios de comunicación independientes cada vez es más grave
y notoria. Tras una serie de reportajes críticos sobre la mala gestión de las operaciones
socorro y ayuda durante las inundaciones masivas de la primavera de 2014, tres
programas de televisión –antiguos y con amplia audiencia- han desaparecido de
la programación. Periodistas y redactores jefes evitan sistemáticamente abordar
los temas que pueden molestar, y la mayoría viven con el temor de perder sus
empleos, por los que de media reciben un salario mensual de entre 250 y 300
euros.
"El paisaje mediático en
Serbia se parece mucho al de otros países de la región. Lo mismo que en Albania,
Macedonia, Bulgaria y Hungría, entre otros, las empresas de medios de
comunicación cuentan principalmente para mantenerse a flote con los ingresos
publicitarios, un recurso que con frecuencia depende de los partidos y
personajes políticos. En Serbia, han explotado este sistema tan oficioso como
eficaz las diversas coaliciones democráticas que han conseguido el poder entre
2003 y 2012.
“En febrero de 2014 aparecieron los
primeros avisos de que podían desaparecer los programas televisados de gran audiencia
que hablaban de política y economía; un temor que se ha concretado en
septiembre y octubre con la retirada de tres de ellos, que llevaban mucho
tiempo en antena. El primero en desaparecer ha sido el popular debate
“Impresión de la semana” (“Utisak nedelje”) creado y presentado por la
periodista Olja Bećković, que lleva más de 20 años en los medios. Bećković se
refirió en antena a las llamadas telefónicas recibidas del Primer Ministro,
Aleksandar Vučić, presionándole para que cambiara los habituales temas e
invitados a sus programas.
"Durante la precampaña de las
elecciones anticipadas de marzo de 2014, el público conoció directamente las
presiones cuando la policía interrogó a diversos usuarios de televisión, y dio
un primer aviso a algunas personas que habían escrito tweets criticando a las
autoridades".
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