Un
grupo de militantes mauritanos anti-esclavistas, entre los que se encuentra
Biram Dah Abeid -Presidente de IRA-Mauritanie (Iniciativa por el resurgimiento
del movimiento Abolicionista), Premio de Naciones Unidas 2013 y candidato que
quedó en segundo lugar en las elecciones presidenciales de junio de 2014-, se
encuentran detenidos en una cárcel de Rosso (sur del país) desde el 11 de noviembre
de 2014, acusados de «alteración del orden público, amotinamiento y pertenencia
a organización no reconocida», informa la publicación digital Global Voices
Online que, además, asegura que algunos de ellos han sido torturados.
Los
demás detenidos son Brahim Bilal Ramdhane, Khattri Rahel, Dah Boushab, Abidine
Matalla, Samba Diagana y Hassane Mahmoud, miembros de IRA, así como Djiby Sow,
presidente de la oenegé Kawtal, que habitualmente colabora con IRA.
IRA-Mauritania he recibido en 2014 un micro-crédito de Rising Voices, para
formar a 35 ex esclavos en la utilización de las redes sociales.
Todo
parece indicar que el motivo auténtico de la detención ha sido la organización
de una caravana de sensibilización, que tenía el objetivo de recorrer todo el
país, de pueblo en pueblo, organización conferencias para denunciar
“l’esclavage foncier”, las nuevas formas de esclavitud que está generando la
expropiación de tierras en beneficio de las multinacionales del agrobusiness, un
sistema que transforma a los campesinos de la comunidad hratine (al parecer,
una derivación de la palabra harathine, los
cultivadores) en obreros agrícolas en sus tierras ancestrales. Los hratine son
conocidos también como el “pueblo invisible” de Mauritania pese a que
representan casi la mitad de la población.
En
sus diferentes etapas, la caravana redactaba un boletín que informaba de las
reacciones que su presencia suscitaba en los pueblos y publicaba en un blog con
el nombre del presidente de IRA, biramdahabeid.org. En el número 6 de dicho
boletín, que lleva fecha del 14 de noviembre de 2014, se dice que “las fuerzas
de seguridad han torturado y humillado físicamente a Biram Ramdhane, Dah
Boushab y Khattri Rahel”.
En
un comunicado del día 12, Aministía Internacional (AI) pide la libertad de los
encarcelados y dice que las detenciones “forman parte de la creciente represión
que padecen los militantes anti-esclavistas en Mauritania. En octubre
detuvieron a cuatro miembros de IRA en la mayor mezquita de la capital,
Nouakchott, cuando contestaban a unas críticas formuladas contra su
organización. Están acusados de perturbar el desarrollo de la oración e incitar
a la rebelión”.
Por
otra parte, la Fundación Internacional que protege a los defensores de los
derechos humanos, Front Line Defenders señala que a los detenidos“… les han
confiscado los teléfonos móviles y actualmente se encuentran aislados, sin
contacto con el exterior y sin poder ver a un abogado”.
El
13 de noviembre, distintos colectivos de la diáspora mauritana en Estados
Unidos y algunos países europeos publicaron un comunicado señalando que «el
éxito de la campaña de IRA ha infundido pánico al gobierno, que ha decidido
reprimir a los participantes en la caravana”. Las organizaciones abolicionistas
han alertado en varias ocasiones a la opinión pública internacional –dice el
artículo de Global Voices Online- acerca del peligro de una guerra civil
motivada por el “el sistemático alineamiento de las autoridades estatales con
los intereses de los opresores, y han exhortado a la erradicación de la
esclavitud, que mina la cohesión social del país”.
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