Desde
el lunes 21 de abril de 2014, el reportero gráfico Ibrahim Krou se encuentra en
coma en el hospital Mohammed VI de Casablanca, a consecuencia de la agresión
que sufrió en la localidad de Aïn Sbaâ, informa el digital Aufaitmaroc.
Esa
tarde, el reportero cubría una concentración delante de un conocido café de la
zona, el Cool Down situado en la carretera de la costa, organizada en señal de
protesta porque las autoridades lo han cerrado, cuando fue agredido por el caïd
del pueblo y sus hombres. El caïd es una figura de la autoridad militar árabe,
encargada casualmente del mantenimiento del orden y la convivencia.
“El
fotógrafo únicamente estaba haciendo su trabajo de reportero”, asegura la
fuente de la publicación, “detrás de su agresión y el cierre de ese café hay
otra historia muy distinta de la versión oficial”.
El
propietario del café, Youssef Baltim, un marroquí residente en el extranjero
(MRE) que regresó a Marruecos en 2003, se encuentra en huelga de hambre para
protestar, ha dicho, «por el acoso de las autoridades locales y algunos
elementos de la policía que quieren cerrar el café a toda costa», acusado en
distintas ocasiones de que en su interior “se trafica con drogas, se vende
cannabis y entre otras se quiere instalar un prostíbulo”, aunque nunca han
podido probarle nada. En agosto de 2013 envió una carta al rey Mohammed VI
explicándole el acoso que padecen tanto él como los miembros de su familia. El
abuso de poder denunciado habría movilizado frente café a unas 1.800 personas,
clientes y vecinos, todos ellos firmantes de un escrito de solidaridad con el propietario
del establecimiento.
El
Sindicato Nacional de la Prensa Marroquí está organizando una concentración,
para manifestar su solidaridad con Ibrahim Krou, el fotógrafo que se encuentra
en coma, y denunciar las repetidas agresiones que sufren los trabajadores de
los medios de comunicación.
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