Juan Diego en una malograda on the road
Anochece
en la India, la ópera prima de ficción del cineasta Chema Rodríguez –con una trayectoria anterior como realizador y
guionista de documentales- protagonizada por el ganador de tres Premios Goya Juan Diego (Vete de mi, El
séptimo día), la actriz rumana Clara
Voda (Si quiero silbar, silbo; La muerte del Señor Lazarescu)
y Javier Pereira (reciente
ganador del Goya al Mejor Actor Revelación por Stockholm)- se estrena en
España el 11 de abril de 2014 tras ganar los premios al Mejor Actor y Mejor
Montaje en la 17 edición del Festival de Málaga.
Una
road movie que se sirve del viaje como excusa para contar una historia sobre el
amor, el dolor y el paso del tiempo, sobre el valor del presente y la necesidad
de recuperar el tiempo perdido.
Inspirada
en un personaje real, la película cuenta que Ricardo, un tipo antipático hasta
resultar desagradable en torno a los sesenta, decide viajar a la India por
tierra, como hacía en los viejos tiempos cuando con su camión llevaba hippies a Oriente cruzando Europa,
Turquía, Irán y Pakistán. Pero la situación ahora es muy distinta, no solo
porque el mundo ha cambiado sino porque ha cambiado él: tiene una enfermedad
degenerativa, está impedido y ha pasado los últimos diez años de su vida en una
silla de ruedas. Se encuentra en la fase final y decide vender todo cuanto
posee para hacer el último viaje al lugar donde una vez fue feliz. Le acompaña Dana,
su asistenta rumana.
"La
historia está planteada como un viaje circular en el que lo importante no es
llegar, sino el propio viaje, un recorrido emocional en el que el viaje es una
excusa para desvelar a unos personajes que tienen una deuda consigo mismos y
una penitencia que pagar", ha dicho el realizador, Chema Rodríguez, en
rueda de prensa. El derecho a morir dignamente "es un tema de fondo, no el
principal", porque "el personaje tiene una relación muy racional con
la muerte y no quiere llegar al momento en el que no pueda decidir", pero
le ocurre algo que "le lleva a tener una relación emocional con la
vida".
La
narración es interesante, en mi opinión, justo hasta el momento en que comienza
el viaje: a partir de ahí todo se ve como previsible, falto de autenticidad,
forzado, imposible de creer… sensación que se acentúa cuando los protagonistas
llegan en su destartalada camioneta a Rumania, a la acomodada casa de la
asistenta (quien había realizado el viaje en sentido inverso también para
escapar de una realidad adversa). Lo cierto es que si no fuera porque Juan
Diego está presente durante toda la película, resultaría insoportable.
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