Drama ecológico sobre el cambio climático, la película “Mariposas negras” (1), inspirada en mujeres reales, propone un viaje desde África, el Caribe y Asia hacia un incierto futuro para la humanidad. El cambio climático impacta en las vidas de Tanit, Valeria y Shaila, tres mujeres de puntos muy distintos del planeta que tienen algo en común: las tres lo pierden todo por el efecto del calentamiento global y se ven forzadas a migrar, incluso con sus hijos, en busca de un lugar donde sobrevivir y donde, sin excepción, se verán obligadas a seguir luchando, esta vez contra las burocracias, los patronos explotadores e incluso los abusos y las violaciones, en los países de acogida.
La hermosa y
didáctica animación “Mariposas negras”, cuarto largometraje dirigido por el
canario David Baute (“La murga, ópera popular”, “Ella”), director artístico de
los festivales canarios FICMEC (Festival de Cine Medioambiental Canario) y
MiradasDoc, es un homenaje a las vidas de esas mujeres, su lucha por no
desaparecer pese a que su lugar de origen ya no exista. Sus historias son como
las de miles de personas que están sufriendo las consecuencias del calentamiento
global, que niegan los mismos que defienden el creacionismo o que la tierra es
plana.
Basada
en los testimonios de personas reales, recogidos durante diez años por David
Baute para su documental “Éxodo climático” (Premio Espiga Verde en la Seminci
vallisoletana), la película sigue a tres mujeres que han perdido todo y se ven forzadas a abandonar su casa, su país. No
pueden volver, no hay marcha atrás, es un viaje solo de ida. Con el agravante
de que muchos países no reconocen a este tipo de migrantes: reconocen a los
emigrantes por conflictos bélicos, por cuestiones políticas, pero no porque el
cambio climático les ha obligado a marcharse (2).
“Entendemos
–ha dicho el director en declaraciones a Jesús Jiménez, periodista cultural de
RTVE - que la gente esté un poco cansada de que les bombardeen todo el día con
noticias sobre el cambio climático. Pero creo que cuando se le pone rostro al
problema, cuando ves que una mujer tiene que dejar todo, tiene que abandonar su
cultura y a gran parte de su familia… para acabar perdiéndose en una gran
ciudad donde malvive, donde acaba trabajando en la prostitución, donde los
niños pasan rl día solos y tirados en
calles…Creo que eso conecta con nuestros sentimientos”
Las
protagonistas de estas mariposas que son ellas mismas, negras como la
desgracia, la indiferencia o la soledad –Shaila procedente de una isla de India
que ha desaparecido tragada por el aumento del nivel del mar, Tanit, cuyo
pueblo, que era un vergel, es ahora un desierto donde no llueve nunca; y
Valeria, francesa de la isla caribeña de San Martín, donde los repetidos
huracanes están obligando a huir a familias enteras- “son mujeres desdibujadas que
pugnan por no fundirse con el entorno gris que las rechaza. Pero el film no es solo
una sucesión de historias; también es la crónica de un oscuro capítulo de
nuestro planeta, azotado por una verdad incómoda y urgente”.
(1) “Mariposas negras”
estará en la cartelera madrileña a partir del próximo viernes 13 de diciembre
de 2024.
(2) El Banco Mundial
calcula que el cambio climático hará que 216 millones de personas abandonen
sus hogares en 2050 en América Latina, África y el sur de Asia. La mayoría
proviene de regiones que han contribuido poco al calentamiento global: “paradójicamente, quienes
padecen las peores consecuencias del cambio climático, son las menos
responsables de sus causas".
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