martes, 30 de septiembre de 2025

"Adorable”, un conmovedor drama sobre una pareja bastante normal

 


 


Ganadora de cinco premios en la pasada edición del Festival de Karlovy Vary- entre ellos el Especial del Jurado y el Premio a la Mejor Actriz para la protagonista Helga Guren- y con cuatro galardones del Festival d Pekín –Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Guión y de nuevo Mejor Actriz Protagonista- además de haber conseguido el Premio al Mejor Guión en la reciente edición del BCN Film Fest, la película “Adorable” (“Loveable”,"Elskling), debut en el largometraje de la directora noruega Lilja Ingolfsdottir, cuenta también en su reparto con los actores Oddgeir Thune, Kyrre Haugen Sydness y la joven Maja Tothammer-Hruza, entre otros.

 

Maria conoce a  Sigmund en una fiesta y después hace todo lo posible por volver a encontrarse con él, hasta que una noche llegan a la conclusión de que están hechos el uno para el otro y deciden empezar una historia en común. Sigmund se encariña enseguida  con los dos hijos que María tiene de su anterior matrimonio. Siete años más tarde, cuando han nacido otros dos hijos, María casi ha dejado su carrera profesional para poder ocuparse de las cuestiones domésticas, mientras que Sigmund viaja continuamente por trabajo, en contra de la promesa que le hizo de pasar más tiempo en casa.

 

Hasta que llega el momento del choque de personalidades, de la aparición de mecanismos de defensa que acaban con la armonía,  para dar paso a las preguntas: ¿de quién es la culpa? ¿de la indiferencia masculina ante la excesiva carga mental de las mujeres que acumulan los roles, del tiempo que ha pasado, de las viejas heridas que han cicatrizado mal, de  causas externas a la pareja…? De todo eso y más. Seguro.

 

Siempre cansada,  Maria multiplica los reproches. Cuando, tras una enésima discusión, en la que María tiene  un desproporcionado ataque de ira, Sigmund confiesa que quiere divorciarse, María tendrá que enfrentarse a sus miedos y contradicciones, al rencor acumulado y al miedo a ser abandonada; al tiempo que tendrá que  aprender a  aceptarse, superando los roles históricos y rompiendo esquemas .

 

Retrato de una mujer agotada al borde de un ataque de nervios, “Adorable” es un drama introspectivo, una exploración de las relaciones humanas  que rompe algunos códigos que se dan por supuesto y explora la maternidad, las relaciones familiares y la cuestión de la identidad. En una interpretación soberbia, la actriz Helga Guren se hace cargo del agotamiento emocional que, como Maria,  padecen muchas mujeres que son madres, agobiadas entre las responsabilidades profesionales y las cargas familiares, con frecuencia sin encontrar el apoyo necesario para asumir los múltiples roles –madre esposa, hija, profesional comprometida-  sin permitirse el menor desfallecimiento.

 

“Adorable” explica el lugar asignado a cada uno de los miembros de la familia y las dificultades para escapar. La relación de Maria con su propia madre pone de manifiesto los esquemas de comportamiento y la falta de comunicación entre generaciones, así como  el empeño que pondrá en no repetirlos con su hija.

 

La realizadora, que tiene el buen gusto de no hacer recaer todo el peso de la culpa en el marido –en esta pareja, como en la mayoría, los dos son bastante imperfectos- ,  ha escrito un guión que evita los lugares comunes para intentar hacer un retrato que suena muy real y auténtico, abordando temáticas contemporáneas y colocando al espectador ante un espejo, que puede resultar doloroso si le recuerda algunas actitudes de su propio comportamiento. Es, como he leído en un comentario, “la antítesis del tuvieron niños y vivieron felices para siempre”.

 

Lilja Ingolfsdottir, la realizadora, se explica: “Yo quería cuestionar los clichés de la pop-cultura sobre las relaciones amorosas, que nos llevan a pensar que si encontramos la persona justa, seremos felices y todas nuestras necesidades se verán satisfechas. Creo que es una gran mentira, y que si lo creemos vamos a ser profundamente desgraciados. Una sola persona no puede ofrecernos toda la felicidad. Es necesario que tomemos conciencia del bagaje personal que aportamos en una relación amorosa y nuestra manera de conectar con los otros (…).

 

“Yo quería que mi película observara realmente lo que sucede en las capas internas de la pareja (...) Al principio uno se imagina que va a ver una historia romántica entre una mujer y un hombre, mientras que es sobre todo la relación de María con ella misma, con su pasado, con sus traumas interiorizados (…) Vivimos en una sociedad en la que las mujeres tienen que excusarse por estar enfadadas. Como mujeres tenemos que gestionar esa contradicción entre la rabia que sentimos y la posibilidad de ser nosotras mismas, auténticas, vulnerables, y sentirnos legítimas”.

 

  (1) “Adorable” se podrá ver en Madrid a partir del viernes 3 de octubre de 2025.

 

Suivez-nous sur Instagram

lunes, 29 de septiembre de 2025

“Münter y el amor de Kandinsky”, por amor al arte y al artista


« Münter y el amor de Kandinsky » (« Münter & Kandinsky ») drama histórico dirigido por el cineasta alemán Marcus O. Rosenmüller ( realizador de vídeos publicitarios y de varios episodios de las series policiacas para televisión »Der Taunuskrime » y Sarah Kohr »), con un reparto que encabezan Vanessa Loibl (“Noche mágica”, “El mundo es nuestro”)  y  Vladimir Burlakov (“Zoe”, series “Deutschland 83” y “Deutschland 86”) secundados por Julian Köchlin, Felix Klarey Alexey Ekimov, entre otros.

Es también un biopic que reflexiona sobre temas tan trascendentales como arte, deseo y traición, centrado en la vida de Gabriele Münter, fotógrafa y pintora, representativa figura del expresionismo alemán, y cofundadora en 1911 del legendario movimiento vanguardista  “Der Blaue Reiter” (El jinete azul),  junto al pintor de origen ruso Vassily Kandinsky, un nombre ligado para siempre a la irrupción del arte abstracto, y  los artistas Paul Klee, Marianne von Werefkin et Alexej von Jawlensky.

Corrigiendo uno, y no el único, de los habituales errores cometidos por la Historia del Arte (al ignorar a muchas mujeres artistas, a las que sitúa creciendo a la sombra de sus parejas masculinas, recuerdo  especialmente el caso de los escultores Camille Claudel y Auguste Rodin), la película “Münter y el amor de Kandinsky” (1) reivindica la figura de Gabriele Münter, ejemplo de modernidad y libertad que fue compañera, musa y protectora del pintor Kandinsky: mientras él alcanzaba una fama internacional, que todavía hoy, cuando ha transcurrido  más de un siglo, se mantiene intacta lo mismo que el valor crematístico de sus lienzos, a Münter la olvidaron su amante y los historiadores, ignorando el papel esencial que jugó no solo como artista; también custodiando en secreto las obras del grupo durante los años del nazismo

Gabriele Münter y Vassily Kandinsky vivieron, trabajaron y se amaron en Murnau am Stafeisse, en Baviera. En 1901 Gabriele había llegado a Munich donde,  al no poder ingresar en la Academia de Bellas Artes, prohibida para las mujeres, se matriculó en la escuela fundada por el pintor ruso Vassily Kandinsky. Pinceles, viajes y el carácter inquieto de un genio atormentado, hicieron que entre profesor  y alumna naciera una pasión que durante catorce años fue decisiva para ambos, uniéndoles  como amantes y como cómplices creativos.

Con 36 años, el profesor Kandinsky es un hombre casado con una buena situación en Rusia, que ha llegado a Munich para impulsar su carrera artística. Deja a su esposa y emprende un viaje recorriendo  Europa y el norte de Africa con la alumna Gabriele, quien a los 22 años ya ha recorrido los Estados Unidos con una cámara Kodak, regalo de su hermano mayor,  colgada al cuello. De regreso en Alemania, descubren en los Alpes el pueblo de Murnau, donde Gabriele compra la casa de sus sueños: un lugar que se convierte en el punto de encuentro para las vanguardias artísticas alemanas.

 “El 1 de agosto de 1914 precipita el final de su historia de amor. Alemania declara la guerra a Rusia y Kandinsky se ve obligado a salir del país. La relación con Gabriele se va deteriorando, ella espera una boda que jamás se celebrará y un último encuentro en Estocolmo (a donde Gabriele se había mudado para estar más cerca de su amante)  marcará el final amargo de su pasión” (francetvstudio.fr, “Vassily Kandinsky et Gabriele Münter, passion et révolution”, francetvstudio.fr/ en coproduccion con el Centre Georges-Pompidou).

 

(1) “Münter y el amor de Kandinsky” se va a estrenar en los cines madrileños el viernes 3 de octubre de 2025.

 



domingo, 28 de septiembre de 2025

“La Voz de Hind” , Premio del Público en el Festival de San Sebastián

 

Hind Rajab, 5 años, asesinada en Gaza

Como siempre desde hace más de un año,  el 29 de enero de 2024 a mediodía, en la centralita de la Media Luna Roja se acumulaban las llamadas que llegaban de Gaza denunciando el genocidio y el hambre. Junto a otros compañeros, Omar iba respondiendo mejor o peor a tanta desesperación acumulada cuando, desde el otro lado de la línea, le llegó la voz temblorosa de Hind Rajab, una niña de cinco años que, camuflada en el asiento trasero de un coche y tapada por los cadáveres de seis miembros de su familia, le contaba cómo se había acercado un tanque israelí a su escondite, hiriéndole  “en la espalda, la mano y la pierna”.

Muy afectado y sin valor para seguir escuchando, Omar pasó la llamada a su colega Rana (1).

 

“Por favor, ven a buscarme”.

 

Rana se lo prometió y pidió permiso al ejército israelí para enviar una ambulancia, pero « la coordinación con el estado hebreo lleva su tiempo » y el permiso no llegó hasta las 17h40. Faltaba poco para las seis de la tarde cuando la ambulancia llegó a la calle donde se encontraba Hind: “De pronto escuchamos disparos”. Rana perdió el contacto con la niña y sus colegas con los socorristas que iban en la ambulancia.

 

Pasaron doce días antes de que la Media Luna Roja consiguiera autorización para enviar otro equipo al lugar: Descubrieron, acribillados a balazos, los cuerpos en descomposición de Hind Rajab y sus familiares. A pocos metros de distancia estaba “la ambulancia completamente destruida y, dentro, los restos de dos socorristas”.

El Premio del Público en el Festival de San Sebastián.


“La voz de Hind” (“The Voice of Hind Rajab”), la historia escalofriante y verdadera  de la niña que desde el  interior de un vehículo  pedía ayuda por teléfono cuando  fue asesinada por el ejército genocida de Israel, de la realizadora tunecina Kaouther Ben Hania, ha recibido el Premio del Público en el Festival de San Sebastián clausurado en la noche del domingo 28 de septiembre de 2025.

Candidata al Oscar por Túnez y producida por los actores Brad Pitt, Joaquin Phoenix, la actriz Rooney Mara  y los realizadores Alfonso Cuarón y Jonathan Glazer, “La Voz de Hind” , la película que contiene la grabación real de la voz de la pequeña Hind Rajab,  ha pasado por los festivales de Venecia -23 minutos largos de aplausos-, Toronto, Londres, Busan y San Sebastián. Se trata de una valiente y reveladora propuesta cinematográfica en la que Ben Hania se centra en lo invisible: la espera, el miedo, el sonido insoportable del silencio cuando la ayuda no llega... Porque según su autora: "A veces, lo que no se ve es más devastador que lo que sí".

El  público del Festival de San Sebastián lo ha entendido y -en una gala en la que la mayoría de quienes desfilaron ante el micrófono ha condenado el genocidio perpetrado en Gaza y ha pedido que Netanhayu sea llevado ante el Tribunal internacional de La Haya- ha premiado “La voz de Hind” (2): "Es la voz de Gaza la que nos pide ayuda –dice la realizadora Kaouther Ben Hania-, la que habla de un duelo universal (…).La ficción es la herramienta más poderosa del cine cuando se basa en hechos reales, verificados y dolorosos. Más poderosa que el ruido de las noticias de última hora (…)  El cine puede preservar una memoria. El cine puede resistir la amnesia".

 

(1) Antes de todo esto, el ejército israelí había ordenado la evacuación inmediata de la localidad donde vivía la Familia Hamada, los padres y tres hijos que emprendieron la huida en

un coche en el que entró también su pequeña sobrina Hind Rajab. El resto de la familia, incluida la madre de Hind, iniciaron el camino a pie. Apenas se había movido cuatrocientos metros cuando varios tanques israelíes cortaron el paso al vehículo disparando al interior y matando al matrimonio Hamada  y a dos de los hijos.  La tercera, Layan de 15 años, y la pequeña Hind sobrevivieron al primer ataque.

Poco después del mediodía Layan consiguió contactar por teléfono con un pariente, quien dio aviso a la Media Luna Roja que tardó más de una hora en poder escuchar a Layan: “Nos están disparando. El tanque está muy cerca ». Los disparos interrumpieron la voz aterrorizada de la adolescente; el operador de la Media Luna Roja comprendió que habían asesinado a Layan. “Según una investigación efectuada por el diario Washington Post, apoyada en el análisis de las grabaciones de audio, en tan solo seis segundos el coche recibió al menos 62 disparos”.

(2) El 28 de noviembre es la fecha prevista para el estreno de “La voz de Hind” en España

 

“Dolores Ibárruri. Pasionaria”, un símbolo de dignidad y resistencia

 


Más que un título, un reconocimiento, dice uno de los personajes que aparecen en el documental: “Cuando, en cualquier parte del mundo hay una mujer que levanta la bandera de los derechos se dice que es una pasionaria”

El documental “Dolores Ibárruri. Pasionaria”, dirigido por la artista multidisciplinar Amparo Climent (Las cartas perdidas”, Los sueños de Idomeni “, “Las lagrimas de África”) es un retrato emocional de una mujer vinculada a los  grandes acontecimientos históricos, una de las grandes figuras políticas del siglo XX.

Dolores y su nieta Lola nos conducen por los caminos más íntimos del amor, las nostalgias, las pérdidas y las soledades. La biografía se acompaña de una selección de documentos, poesía y música, que le añaden una dimensión íntima y emocional al relato.

Uno de los mayores logros del documental es no justificar ni condenar. No es una biografía al servicio de una ideología, sino un relato honesto sobre lo que cuesta sostener una vida de lucha, lo que implica renunciar, perder y seguir adelante. Dolores aparece como una mujer de convicciones inquebrantables, pero también como una madre marcada por la pérdida, una figura pública que arrastró una gran soledad. El film no la blinda, no la esculpe, la humaniza”.

La película recorre distintas facetas de la vida de Dolores Ibárruri, a través de testimonios como los de su hija Amaya, su nieta Lola y su inseparable amiga y secretaria Irene Falcón. Gracias a esas voces conocemos los aspectos más desconocidos de la vida de Dolores Ibárruri: descubrimos a una mujer sencilla y generosa, siempre dispuesta a ayudar a los demás. También entendemos que toda su vida estuvo marcada por el sufrimiento: desde su infancia en Gallarta, Vizcaya, donde nació en 1895, pasando por sus años en Madrid, su compromiso con la Segunda República, la Guerra Civil, el exilio en la Unión Soviética, la muerte de sus hijas, la pérdida de un hijo en Stalingrado, hasta su regreso a Madrid y su escaño en el primer Parlamento de la democracia.  

El documental  muestra claramente cómo Dolores Ibárruri se convirtió, en el marco de la lucha antifascista, en un símbolo no solo nacional sino también internacional, recordando continuamente que frente a la opresión solo queda el camino de luchar,  y una de sus frases repetidas: «Más vale morir de pie que vivir de rodillas».

En los años duros y heroicos de la Segunda República y la Guerra civil española, cuando las potencias occidentales abandonaron a los republicanos españoles en su combate contra los franquistas, que acabaron triunfando  con el apoyo de la Alemania nazi, Dolores Ibárruri, siempre de negro desde el día de su boda con el minero Julián Ruiz, fue una de las voces movilizadoras.

Nacida en 1895 en Gallarta en el seno de una familia minera, Dolores Ibárruri se convirtió en la primera mujer dirigente de un partido político en España, un hito que le costó pasar varias veces por la cárcel. Su compromiso con los derechos de las clases trabajadoras y, especialmente, con los derechos de las mujeres, la llevó a ser una de las impulsoras del sufragio femenino en España que permitió que las españolas votaran por primera vez en las elecciones de 1933. .

Tras el golpe de estado de 1936, Dolores vivió un largo exilio en la Unión Soviética, que se prolongó hasta 1977. Su regreso coincidió con la transición democrática española. Su fallecimiento en Madrid, en 1989 cerró una vida marcada por la lucha a favor de los derechos sociales.

Una de las voces más destacas del documental es la de Lola Ruiz Ibárruri Sergueyeva, nieta de Pasionaria, quien aporta una perspectiva familiar única. Junto a ella, el filme cuenta con los testimonios de personalidades como Aida Sánchez Montero, Azucena Rodríguez, Carmen Calvo, Cristina Almeida, Enrique Santiago, Fernando Hernández Sánchez, Jaime Ruiz-Reig, Julieta Serrano, Mario Amorós, Marisa Castro, Mirta Núñez, Paquita Sauquillo, Teresa Aranguren, Víctor Díaz Cardiel y Willy Meyer.

Pero escuchemos a Lola, orgullosa nieta que en tiempos de genocidios, guerras y tentaciones supremacistas nos recuerda que hemos bajado exageradamente la guardia hssta banalizar  ese otro compromiso  -“No pasarán”-  de una  abuela que  la historia y la memoria han elevado a la categoría protagonista:

El documental Dolores Ibárruri. Pasionaria’ (1)  no es solo un ejercicio de memoria histórica. A través del tiempo y la distancia nos llega la viva voz y la imagen de una mujer que se convirtió en símbolo de la lucha por representar a una parte invisible de la España del primer tercio del siglo XX, la voz de los trabajadores más humildes, sus mujeres (las esclavas de los esclavos) y sus hijos, que morían de la enfermedad llamada pobreza.

“Y para los que la conocimos y, en mi caso particular, que conviví con ella durante años, fue un ejemplo de fortaleza, voluntad, generosidad y fidelidad al camino que eligió en sus años jóvenes; pero también una abuela entrañable, que en ausencia de mis padres se hizo cargo de los nietos, siendo nuestro referente familiar más importante (…) Hay una entonación en el relato que convierte la historia de Dolores en algo cercano, que toca recuerdos sensibles en nuestra propia memoria aunque no hayamos vivido esos años. Su dolor, su coraje, su lucidez, nos siguen hablando (…)

“Dolores Ibárruri fue mucho más que una dirigente política. Fue madre, hija, exiliada, huérfana de sus propios muertos, voz de millones. Desde sus orígenes humildes en Gallarta hasta convertirse en referente internacional del comunismo, su vida fue una lucha constante por la justicia, la libertad y la dignidad. El documental logra algo difícil: mostrarnos no solo a la política que ocupó escaños y lideró discursos, sino también a la mujer que enterró a sus hijas en una caja de cerveza, a la madre que perdió a su hijo Rubén en la batalla de Stalingrado, a la anciana que regresó del exilio con un país cambiado y con heridas aún abiertas”.

(1) “Dolores Ibárruri. Pasionaria” estará en los cines de Madrid a partir del próximo viernes 3 de octubre de 2025.

 



jueves, 25 de septiembre de 2025

Ciao Claudia: La mejor invención de Italia después de los spaghetti

 


La muerte no perdona. Los amantes del cine estamos de duelo. En menos de una semana han desaparecido dos de sus últimas leyendas. En la práctica, Robert Redford y Claudia Cardinale echan el cierre, con muy pocas excepciones, a la última edad de oro de la gran pantalla tradicional.

Claudia-Cardinale-escena Ciao Claudia: La mejor invención de Italia después de los spaghetti

De «Rocco y sus hermanos» al «Gatopardo» y a «Ocho y medio», de Visconti y Fellini a Wener HerzogAbel GanceBlake Edwards y Manoel de Oliveira, Claudia Cardinale, la starlette que se convirtió en actriz sin quererlo, «iluminó con su belleza salvaje y su voz ronca más de ciento cincuenta películas, entre ellas muchas obras maestras[1]» de la más joven de las Bellas Artes.

Claudia Cardinale, CC, de quien el gran Luchino Visconti dijo que «parecía una gata que se dejaba acariciar en el sofá del salón lista para transformarse en una tigresa y destrozador a su domador», la actriz que subyugó a Delon y Mastroiani, «la diva rebelde del cine italiano», indomable pero no inmortal, «la mejor invención de Italia después de los spaghetti» según el actor inglés David Niven, ha muerto el 23 de septiembre de 2025 a los 87 años.

Nacida el 15 de abril de 1938 en La Goulette, cerca de Túnez, inscrita con el nombre de Claude, su padre era ingeniero técnico en la compañía de ferrocarriles, la madre se dedicaba a criar a sus cuatro hijos: Blanche, Bruno, Adrien y Claude. Blanche soñaba con trabajar en el cine, Claude quería ser profesora o exploradora.

A los diecisiete años ganó el concurso de belleza, organizado por la Oficina del Cine Italiano, «la italiana más guapa de la ciudad de Túnez. El premio incluía una entrada para asistir a la Mostra de Venecia: «Todos me fotografiaban y me decían que tenía que hacer cine. Yo decía que no, que quería estar con mi madre». En un periódico se publicó su foto con el pie: «La chica que no quiere hacer cine».

Fue un hecho dramático el que cambió el rumbo de su vida. Víctima de una violación primero y madre soltera de un niño cundo era algo muy mal visto, cambió su nombre por el de Claudia y se trasladó a Roma con la intención de hacer cine y ganar dinero para criar a su hijo.

El productor y realizador Franco Cristaldi le ofreció un contrato en exclusiva y le animó a tomar clases de dicción en italiano. Embarazada rodó tres películas, en octubre de 1958 dio a luz en Londres a su hijo Patrick. El niño, del que se ocupaba su familia que también se había trasladado a Roma, fue presentado durante muchos años como su hermano. Tenía seis años cuando Claudia Cardinale reveló a un periodista su secreto.

Intervino en más de un centenar de películas. Entre las más conocidas están «La chica con la maleta » de Valerio Zurlini, «La pantera Rosa» de Blake Edwards, «La Ragazza» de Luigi Comencini, «Los Centuriones» de Maek Robson, «Los Profesionales» de Richard Brooks, «Bons baisers d’ Athènes» de Georges Cosmatos, «El Rufián» de Jose Giovanni, «Hiver ’54, l’abbé Pierre» de Denis Amar. En «El mayor espectáculo del mundo» hizo ella misma todos los números en el trapecio.

En el primer largometraje que protagonizó, «Goha» de Jacques Baratie, compartió cartel con el joven debutante egipcio Omar Sharif. Pero el verdadero despegue de su carrera fue en una película de éxito: «Le pigeon», típica comedia a la italiana producida por Franco Cristaldi, en la que comparte peripecias con los actores Vittorio Gassman y Renato Salvatori.

Ahora, quienes un día estimamos su aportación a la historia del cine podemos seguir encontrándola en los excelentes, buenos e incluso malos filmes que constituyen su legado. Aquí van seis ejemplos:

Claudia-Cardinale-en-El-bello-Antonio-900x506 Ciao Claudia: La mejor invención de Italia después de los spaghetti

«Il bello Antonio» (Mauto Bolognini, 1960)

El primer papel importante de Claudia Cardinale data de 1960, junto a Marcello Mastroiani. Es la historia de un hombre impotente incapaz de hacer el amor con su joven esposa, a la que ama con pasión.

«Rocco y sus hermanos» (Luchino Visconti, 1960)

Rodada en blanco y negro, premiada en la Mostra de Venecia, esta película, que significa el regreso de Visconti al neorrealismo, es la historia de una madre y sus cuatro hijos que huyen de la Italia del sur y la miseria para bajar del tren en Milán e instalarse en casa del mayor de los hermanos y su mujer Ginetta, encarnada por la principiante Claudia Cardinale, con veintidós años, en su primer papel de envergadura. La película impulsó tanto su carrera como la de Alain Delon, con quien volvería a coincidir en «El gatopardo»..

«Cartouche» (Philippe de Broca, 1962)

Película de capa y espada inspirada en el personaje de Cartouche (Jean-Paul Belmondo), jefe de una banda de malhechores que operó en París en la Corte de los Milagros a principios del siglo dieciocho, bajo la Regencia. Claudia Cardinale era Venus, una joven bohemia llena de encanto y vitalidad. En una emboscada, ella se sacrifica para salvar a su amante.

«El Gatopardo» (Luchino Visconti, 1963)

Apenas terminada de rodar «Ocho y medio» de Federico Fellini, que siempre dijo que era una de sus preferidas, Claudia Cardinale se reunió con sus compañeros de «El Gatopardo», una adaptación de la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, obra maestra de Visconti premiada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Bellísima, la actriz es Angélica, la hija de Don Calogero, un alcalde poco instruido que es la encarnación de la burguesía conquistadora. El príncipe de Salina (Burt Lancaster) asiste impotente a la descomposición de la aristocracia y acepta la boda de su sobrino Tancredo (Alain Delon) con la joven Angélica.

«Erase una vez en el Oeste» (Sergio Leone, 1968)

Vivo ejemplo del «spaghetti western», el realizador Sergio Leone la eligió –en competencia con Sophia Loren– para interpretar a la única mujer que aparece en la película. En la primera escena, un misterioso Charles Bronson que toca la armónica, se baja del tren en Flagstone, una ciudad del Oeste, para unirse a un tipo que protege a la viuda Jill de un asesino, interpretado por Henry Fonda. La película tuvo un inmenso éxito popular, gran parte del cual –debido también a la extraordinaria música de Ennio Morricone– se conserva todavía hoy, cuando se han cumplido más de cincuenta años de su estreno.

«Las Pétroleras» (Christian-Jaque, 1971)

Parodia de un western con dos sex-símbolos de la época: Caudia Cardinale y Brigitte Bardot. Claudia interpretaba a María, dispuesta a todo para apropiarse de un rancho al que también aspiraba Louise (Bardot), capitana de las «French King», una banda de forajidas que eran también sus hermanas. Hay una escena memorable de lucha entre las dos «petroleras».

  1. «Erase un avez en Italia», Diane Lisarellu, Libèration 23/9/2025

“Los lazos que nos unen”: la familia, siempre la familia

A la familia la soportamos, a los amigos los elegimos” . (Añejo refrán popular)

 


Película centrada en la complejidad de las relaciones humanas,Los lazos que nos unen” (L’Attachement”), de la realizadora francesa Carine Tardieu ( “La cabeza de mamá”, “Los jóvenes amantes”), está protagonizada por una pareja que no falla: Valeria Bruni-Tedeschi (“La delicidad no cuesta nada”, “Un castillo en Italia”, “La gran juventud”, “El arte de la felicidad”) y Pio Marmaï (“Un año difícil”, “Los Tres Mosqueteros: D’Artagnan”) deambulan por esta conmovedora reflexión sobre las distintas formas que va adoptando la  familia contemporánea y la independencia emocional. Un relato honesto al que no faltan momentos de humor.

En “Los lazos que nos unen”, quinto largometraje de Carine Tardieu, Valeria Bruni Tedeschi es Sandra, una librera soltera que ha pasado  el medio siglo de edad y defiende su independencia con uñas y dientes, seducida por los hijos de Alex, su vecino de rellano, arquitecto viudo con dos hijos pequeños: “Un vínculo –confiesa la actriz- que surge con un niño de apenas seis años  y su padre, sin haberlo planeado”.

Una reflexión “desde una perspectiva femenina –dice la realizadora- de temas como la maternidad elegida, la soledad, la reconstrucción afectiva, el duelo, la culpa  y los modelos no tradicionales de familia (…) sin dogmatismos ni dramatismos, alternando melancolía y humor” en un relato que abarca varios meses marcados por “las estaciones, los silencios compartidos y el crecimiento de los niños, víctimas colaterales del duelo que viven los adultos”.

Adaptación libre de la novela “L’intimité” de la escritora francesa Alice Ferney, “Los lazos que nos unen” (1) es un melodrama simple y tierno, estrenado en la sección Horizontes del Festival de Venecia 2024,  que se puede resumir  diciendo que se trata de una familia ampliada que va tomando cuerpo en torno a “un acontecimiento feliz ocurrido en pleno drama”: el surgimiento de un afecto, también de una potencial historia de amor, que crece con algunas  gotas de feminismo sobre las cenizas de una pareja y la tristeza de un padre, que inesperadamente  se siente un tanto perdido.

(1) “Los lazos que nos unen” se estrena en Madrid mañana,  viernes 26 de septiembre de 2025.




viernes, 19 de septiembre de 2025

“Small Things Like These”, a vueltas con la “omertà” irlandesa


« Para avanzar en la vida hay que saber ignorar algunas cosas » , (Eileen, esposa del carbonero)



La mayor parte del tiempo en penumbra y puede que excesivamente lenta, la película “Small Things Like These”  (1) – algo así como “pequeñas cosas como éstas”, nada que ver con las que canta Serrat- está inspirada en unos hechos desgraciadamente reales y es la adaptación de un relato homónimo, publicado en 2020 por la escritora irlandesa Claire Keegan, ganador del Premio Orwell.

Dirigida por el belga Tim Mielants (“Haz4rd”, “Will”, “Steve”, serie “Peaky Blinders”) y protagonizada por Cillian Murohy (ganador de un Oscar por “Oppenheimer”) y Emily Watson (“Las cenizas de Angela”, “Gosford Park”, “La ladrona de libros”), Oso de Plata en el Festival de Berlín por su papel en este filme y Premio Donosti a toda la carrera en 2015. Junto a la pareja, un elenco del que forman parte Eileen Walsh (“Las hermanas de la Magdalena”), Clare Dunne (“Spider-Man: Lejos de casa”), Patrick Ryan (“Juego de tronos”) y Ian O'Reilly (“Dating Amber”).

Estrenada en otros países europeos con el título « No mentirás », se trata de un drama ambientado en la Irlanda rural de la mitad de los años 1980. Bill Furlong (Cillian Murphy)  es un modesto repartidor de carbón  que vive con su mujer y sus cinco hijas en un pueblecito cercano a uno de los Monasterios de la Magdalena, las funestas “Lavanderías Magdalena”, en la práctica más parecidas a cárceles donde las monjas recogen a jóvenes embarazadas repudiadas por sus familias (2). 

 

Lo mismo que al resto de vecinos del pueblo, Bill lleva periódicamente sacos de carbón al monasterio, donde un día asiste aterrorizado al momento en que una mujer obliga a empujones a su hija adolescente a entrar en el convento, y otro día encuentra a una chica llorando, escondida en el cobertizo donde se amontonan los sacos. Unos hechos que le obligan a enfrentarse a su propio pasado.

 

Abrumado, Bill se cuestiona su falta de iniciativa para denunciar, lo mismo que la de su familia y vecinos y la de todo un país aplastado por el peso de la religión católica. Alternando momentos rutinarios de una vida casi tan oscura como el invierno irlandés y flashs backs de la infancia de Bill, junto a su madre en la casa « de ricos » donde trabajaba, los recuerdos de aquellos años de pobreza despiertan la compasión de Bill cuando se acercan las fiestas navideñas.   

 

La película no acaba ni con un estallido del carbonero  Bill ni con su enfrentamiento con la superiora del convento (una Emily Watson casi mafiosa). Fiel a su argumento, termina con un pequeño gesto capaz de darle la vuelta a todo.  

 

 

 

(1) “The Small Things Like These” se estrena en los cines de Madrid este viernes 19 de septiembre de 2025.

 

(2) De nuevo una de las páginas más siniestras de la historia irlandesa. Todavía en este año de 2025, gracias a la investigación efectuada por la historiadora Catherine Corless, se ha descubierto otra fosa común en Tuam (oeste de Irlanda), conteniendo más de ochocientos cadáveres de bebés, enterrados en secreto por las monjas de un convento que, como en otros similares, acogían a chicas embarazadas a las que castigaban por su “pecado” obligándolas  a ocuparse de la limpieza y el mantenimiento del convento, así como de lavar la ropa de las familias pudientes del entorno,  y a las que arrebataban loa bebés apenas daban a luz.

Todas esas religiosas negociaban con los niños, entregándolos a familias que los adoptaban y si morían, o cuando no encontraban donde « colocarlos », los enterraban en fosas comunes. Los conventos “lavanderías” se ocuparon de las mujeres que caían en  la “tentación” durante más de dos siglos; el último se clausuró en 1996.