Una vez que el país ya ha dejado atrás lo más duro de la epidemia de Covid-19, las autoridades chinas han decidido proporcionar a sus ciudadanos cupones de descuentos para relanzar la economía, según la información publicada en el digital estadounidense Quartz (qz.com), una página de actualidad económica y comercial perteneciente al grupo Atlantic Media Co. (editor de The Atlantic, National Journal y Government Executive).
Los
gobiernos locales son quienes distribuyen los cupones directamente a los
consumidores a través de aplicaciones de pago muy populares como WeChatPay y
Alipay. Hasta el momento, más de treinta ciudades y provincias han adoptado la
iniciativa y ofrecen bonos y cupones, por valor de pequeñas cantidades de
dinero que pueden utilizarse en la
compra de productos alimenticios o de vestir, y también para pagar en los
restaurantes e incluso hacer viajes cortos.
El reparto, lo mismo que el
uso que se de a los cupones, no es idéntico en todas las localidades. La ciudad
de Hangzhou, por ejemplo, que tiene una población de diez
millones de habitantes, va a distribuir cupones por valor de 1.690 millones de
yuans. Cada residente tiene derecho a cinco cupones semanales. Shenzhen, con 13 millones de habitantes, va a
repartir los bonos al azar entre la población.
La crisis generada por el
Covid-19 ha tenido un enorme impacto en el consumo en China, y además ha
llegado en un mal momento para la República Popular: la emergencia de una clase
media que se cuenta por cientos de millones de personas, ha dopado el mercado
interior. Según cifras oficiles del gobierno chino, los gastos de los hogares
representaban el 57,8% del crecimiento del país en 2019. Para conseguir que ahora
los chinos recuperen el nivel de consumo que tenían antes de la aparición del
virus en noviembre de 2019, el gobierno ha pedido a los políticos y autoridades
locales que den ejemplo, dejándose ver en público en restaurantes y tiendas.
Entre los sectores más
duramente afectados por la pandemia figuran la venta al detall, la restauración
y el turismo : las tiendas han cerrado, la población ha permanecido más de
dos meses confinada en sus casa, y se anularon las fiestas del Año Nuevo, que
habitualmente consisten en dos semanas en las que los habitantes se desplazan
por el interior del país, para acudir a sus lugares de origen y visitar a
familiares. Por culpa del virus, el gobierno chino se ha visto obligado a
rebajar su objetivo de crecimiento para 2020 hasta el 5%, cuando en diciembre
de 2019 lo había situado un punto por encima, en el 6%.
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