Howard Browne, segundo por la izquierda, en la Casa Blanca |
En los primeros días de abril de 2020 murió a causa de
la pandemia el obispo Gerald Glenn, fundador en 1995 de la New Deliverance
Evangelistic Church de Chesterfield, en el estado de Virginia, quien había
jurado que pensaba seguir predicando “a menos que me encuentre en la cárcel o en
el hospital”, según la información publicada por el diario británico The
Independent (https://www.independent.co.uk/news/world/americas/bible-belt-us-coronavirus-pandemic-pastors-church-a9481226.html9.
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La misma
información, recogida en el digital francés Slate, asegura que al menos treinta
pastores evangelistas que continuaban celebrando oficios en sus iglesias han fallecido
víctimas de Covid-19 en “la Bible Belt” (el cinturón bíblico), una zona
geográfica (y sociológica) del sudeste del país en la que habita un número
importante de fundamentalistas cristianos adscritos a diferentes cultos.
A pesar
de la propagación del virus entre los fieles de las diferentes sectas, y el
número creciente de fallecimiento de sus pastores, un sondeo reciente evidencia
que un 20% de parroquianos de los templos del Bible Belt dicen sentirse “animados”
a acudir a las misas y a los restantes
oficios religiosos, y un 17% de los fieles manifiestan seguir haciéndolo.
Un
ejemplo: a pesar de las advertencias de los responsables de Sanidad en Estados
Unidos, Rodney Howard-Browne , pastor pentecostalista de Tampa Bay (Florida) –nacido
en Sudáfrica en 1961, seguidor de las teorías complotistas (que también comparte
desde su púlpito del Despacho Oval el ultraconservador y xenófobo Donald Trump)
y fundador de la secta Revival
Ministries International), quien ha definido a la pandemia como
“peste fantasma”, ha seguido celebrando
servicios en recintos atestados de público hasta que le han detenido por violar
las reglas del distanciamiento social.
Por lo que tiene de simbólico y porque hay muchos
casos similares en EE.UU, publicamos algunos detalles de la trayectoria de este predicador
cristiano ultraconservador que influye en lo que piensan y votan decenas de miles
de estadounidenses que terminan eligiendo a tipos como Donald Trump para
dirigir su país.
"Doctor en ministerio »
en 1992 por The School of Bible Theology,
una escuela no homologada oficialmente de San Jacinto, California, conocida
como “una fábrica de diplomas”, Howard-Browne, inventor de la “risa
sagrada” –que habla de sí mismo como « el barman de Dios » o « el
barman del Espórtu Santo”- en sus oficios religiosos “impone las manos” a fieles
que ríen a carcajadas en una especie de « borrachera espiritual »,
que hablan distintas lenguas, emiten gruñidos animales, bailan en los pasillos,
pierden la consciencia y acaban tirados en el suelo.
Howard-Browne se hizo famoso en
Estados Unidos cuando en 1999 alquiló el Madison Square Garden de Nueva York
durante seis semanas para celebrar lo que llamó “Good News New York”, un
acontecimiento que inspiró gran cantidad de artículos y viñetas irónicas ya que
solamente acudieron 3.000 personas cuando se había contado con que fueran
19.000 los fieles que ayudaran a
sufragar los diez millones de dólares que costó el alquiler.
Según investigaciones de
periodistas independientes de Florida, a Howard-Browne, que llegó de Sudáfrica a
Tampa en diciembre 1989 sin un céntimo, y ahora es propietario de un barco, una moto Harley Davidson, una villa en una de las
comunidades cerradas más exclusivas de la ciudad y comparte un jet privado con
otros millonarios de la zona, no se le ha podido probar ninguna
irregularidad económica o financiera.
En 2012, la iglesia de Howard-Browne organizó
reuniones del Partido Republicano en apoyo de Newt Gingrich, el candidato de Florida a la presidencia, en las que el
predicador llamó a los cristianos a « no permanecer de brazos cruzados y
permitir el asesinato de bebés que iban a nacer y que el Islam se haga con el
control del país”. Howard-Browne publicó
en 2018 « The Killing of Uncle Sam: The Demise of the United
States of America » , un libro cuyos beneficios van destinados a la
River School of Government, un centro que dirige junto con su esposa, que
financia la formación de personas que quieren presentarse a las elecciones.
El Christian Research Institute
(CRI,un centro de estudios evangélicos creado en 1960 en New Jersey y con
domicilio actual en Charlotte, Carolina del Norte) ha dicho de Howard-Browne que es « un buen
hipnotizador que ha convertido en vulnerables a millones de creyentes ».
En el diario The Tampa Tribune le han definido como « un manipulador que
dirige a algunos adeptos de su culto, un líder circense que se gana muy bien la
vida”.
En marzo de
2016, Howard-Browne escribió en facebook
que “Donald Trump es la peor pesadilla para el Nuevo Orden Mundial”, y que pensaba apoyarle para “acabar con la
conspiración mundial que quiere destruir
Estados Unidos”. En julio de 2017 fue uno de los 17 pastores evangélicos
que acudieron a la Casa Blanca para rezar e imponer las manos sobre Donald
Trump. Pocos días más tarde, declaró en un vídeo que había « un ataque
planificado contra nuestro presidente. Sé de qué hablo, he estado con altos
funcionarios del gobierno ». Más tarde dijo que agentes del servicio
secreto le había interrogado para saber qué congresista le había filtrado lo
del complot, y que se había negado a revelar su fuente citando el privilegio
pastoral. En septiembre del mismo año aseguró que no había sido “nada” el huracán
Irma, que causó medio centenar de muertos y dejó sin luz a más de cinco millones y medio de hogares en Florida.
En octubre, en un sermón aseguro que en Hollywood y en Washington D.C. “se
practican desde hace años los sacrificios humanos y el canibalismo (…)
sacrifican a niños y beben su sangre. Es un hecho”. Antes había declarado que
tanto él, como otros pastores estaban “fuertemente armados” y dispuestos a
utilizar sus armas.
El 27 de agosto de 2019, en una gira por 300
ciudades de Norteamérica, Howard Browne dio un sermón en una iglesia de la
localidad de Iqaluit, en el territorio ártico canadiense de Nunavut, donde
cerca de la mitad de la población es pobre y depende de las ayudas sociales, al
que asistió un centenar de personas, a las que pidió que contribuyeran con
dinero porque “dios ama a los donantes generosos”. Según el diario Nunatsiaq
News, “arengó a gritos a quienes intentaron salir de la iglesia en mitad del
sermón”. El obispo anglicano del Artico, David Parsons, le calificó de “extremista”.
Durante la pandemia, Howard Browne ha mantenido la
iglesia abierta pidiendo a los fieles
que continuaran dándose la mano porque la pandemia es una “plaga fantasma
ideada por la Fundación Rockefeller para cerrar iglesias y obligar a una
vacunación masiva que causaría muchísimas muertes, todo en el marco de un
programa de control de la población”.
El 30 de marzo de 2020, el sheriff del condado de Hillsborough
Chad Chronister, donde las reuniones autorizadas tenían que ser inferiores a
diez personas, dictó una orden de detención contra Howard-Browne por violación
de las reglas de la Urgencia de Salud Pública y porque « su desprecio
temerario de la vida humana pone en peligro
a cientos de personas de su congregación
y a los miles de residentes que pueden tener contacto con ellas”. Detenido y
encarcelado por reunión ilegal y violación de las reglas de salud y seguridad,
quedó en libertad al día siguiente tras
pagar 500 dólares de fianza.
El 1 de abril declaró que no abriría la iglesia en
las siguientes semanas por la seguridad de su congregación y para librarla “de
la tiranía del gobierno”.
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