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Wa Lone y Kyaw Soe Oo esposados |
Un
tribunal de Rangun ha condenado a los reporteros birmanos Wa Lone, de 32 años,
y Kyaw Soe Oo, de 28, ambos de la agencia británica Reuters, a siete años de
cárcel por violación de « secretos de estado », en aplicación de la
Ley de protección de los secretos de Estado, que data de la época de la
colonización británica.
Los
periodistas fueron detenidos en diciembre de 2017 cuando investigaban la
ejecución sumaria de diez campesinos musulmanes rohingya, llevada a cabo por el
ejército birmano, en el pueblo de Inn
Din, en el Estado de Arakan. Los cuerpos de los diez ejecutados aparecieron
tras las masacres masivas efectuadas por las fuerzas de seguridad, a partir del
25 de agosto de 2017 cuando, para escapar a las matanzas, los rohingya se vieron forzados a huir por cientos
de miles al vecino Bangladesh.
“Todo,
en este caso de “justicia” –escribe el diario francés Le Monde- demuestra que los dos reporteros cayeron en una trampa
tendida por la policía birmana para incriminarles, justamente cuando se
encontraban más cerca de la verdad: instantes antes de su detención, cenaban
con unos policías que les entregaron documentación “secreta” sobre la matanza
de los diez rohingya. Poco después, otros policías les detenían y “descubrían”
que llevaban los mencionados documentos”.
En
abril de 2018, el oficial de policía Moe Yan Naing declaró ante el tribunal que
juzgaba a los periodistas de Reuters que estaba al tanto de que un suboficial
había recibido la orden de hacer que los dos reporteros « cayeran en una
trampa » entregándoles « documentos secretos ». Ese policía fue
condenado a un año de cárcel por « violar el código disciplinario ».
En
los primeros días de 2018, el ejército acabó por reconocer que los campesinos
rohingya fueron ejecutados por soldados y miembros de las milicias lugareñas
budistas, aunque añadiendo que los diez eran “terroristas”, miembros del
Ejército de Salvación de los Rohingya de Arakan (ARSA), cuyos ataques a
cuarteles policiales desencadenaron meses antes la represión militar a gran
escala, que continúa todavía hoy.
“Hoy
es un día triste para Myanmar (nombre oficial de Birmania) y para toda la
prensa (…)- ha dicho Stephen J. Adler, redactor jefe de Reuters- “el objetivo del veredicto es que se silencie
la investigación de estos periodistas e intimidar a toda la profesión”. Por su
parte, el responsable de Naciones Unidas en Birmania, Knut Ostby, ha pedido en
un comunicado que “Wa Lone y Kyaw Soe Oo puedan regresar a su casa y continuar
con su trabajo periodístico”.
Recordemos
que el pasado 27 de agosto la ONU hizo público un informe en el que por primera
vez acusaba a los militares birmanos de “genocidio” de los rohingya, y
recomendaba que el jefe del Estado Mayor del ejército, el general Min Aung
Hlaing, y otros cinco altos oficiales, fueran llevados ante el Tribunal Penal
Internacional (TPI) por sus “crímenes contra la humanidad”.
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