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Aung San Suu Kyi y Min Aung Hlaing |
La ministra de
Asuntos Exteriores y Consejera de Estado birmana Aung San Suu Kyi, la mujer más
poderosa de Birmania, ha roto su
silencio este jueves, 13 de septiembre de 2018, para defender la condena a
siete años de cárcel de dos periodistas de la agencia Reuters que investigaban una masacre de musulmanes rohingyas,
llevada a cabo por el ejército, según publica el diario francés Le Monde.
« No les han condenado por ser
periodistas sino porque el tribunal ha decidido que infringieron la ley »,
ha declarado a los medios de comunicación asistentes en Hanoi al Foro Económico
Mundial de la Asean (Asociación de Naciones del Sudste Asiático). “Si creemos
en el estado de derecho, tienen todo el derecho de apelar”, ha añadido.
Aung San Suu Kyi, de 71 años, hija del « padre la independencia »
de Birmania -el general Aung San,
« mártir » asesinado en 148 por sus rivales- y Premio Nobel de la Paz 1991, quien durante más de
veinte años fue una represaliada más de la Junta Militar birmana -que la
mantuvo todo ese tiempo en residencia vigilada en su casa de Rangun- y para la
comunidad internacional un símbolo de la resistencia a la dictadura militar y
un icono de la lucha por la democracia, ha sido muy criticada fuera de su país por el silencio que ha mantenido sobre la condena
de los periodistas de Reuters,
dictada el pasado 4 de septiembre. Un alto responsable de la ONU ha llegado a
calificarla de “portavoz de los militares”, pero ella « se mantiene
impermeable” a esas acusaciones, limitándose a decir que los militares “podían
haber gestionado mejor la crisis” que desde el verano de 2017 ha llevado al exilio a más de 700.000
rohingyas, que todavía se encuentran amontonados en varios campamentos en
Bangladesh.
En medio de una
gran tensión entre el gobierno birmano y la ONU, que en agosto acusó de
genocidio al jefe del ejército, general Min Aung Hlaing, y otros cinco altos mandos militares, pidiendo
que sean juzgados por el TPI (Tribunal Penal Internacional), unos funcionarios
de esta organización internacional inician
hoy una visita al país para
evaluar las condiciones en que podrían regresar al país los exiliados; deberán
presentar un informe al respecto el próximo 18 de septiembre. Los expertos de
la ONU lamentan que Aung San Suu Kyi no utilizara su “autoridad moral” para
intentar frenar las atrocidades cometidas por el ejército birmano contra la
minoría musulmana rohingya (el país es oficial y mayoritariamente budista).
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