Una coalición de noventa ONG defensoras de la libertad de prensa y los derechos humanos encabezada por Reporteros sin Fronteras (RSF), a la que se han sumado los diputados del Parlamento Europeo (1) ha pedido una vez más al dictatorial gobierno chino la libertad del editor sueco –de origen chino y residente en Hong Kong- Gui Minhao, cofundador de la editorial hongkonesa Mighty Curren de 61 añost, secuestrado hace diez años en Tailandia por agentes secretos chinos y del que hace cinco años se carece de noticias.
En una declaración conjunta,ONG
y eurodiputados manifiestan su preocupación por la suerte de Gui Minhai y piden
al gobierno chino que le ponga en libertad y le deje ponerse en contacto con su
hija. También se dirigen al gobierno sueco, al Servicio Europeo de Acción
Exterior, SEAE, a la Comisión Europea y a los estados miembros de la Unión
Europe para que pidan públicamente, y en sus reuniones bilaterales con las
autoridades chinas, la libertad inmediata de Gui Minhao y la garantía de que
puede tener ayuda consular. Por otra parte, piden al gobierno tailandés que
aclare las circunstancias en que Gui Minhao fue trasladado a la fuerza desde
Tailandia a China.
Gui Minhai (Foto Amnistía Internacional)
El escritor y editor Gui Minhai, ciudadano sueco y
residente en Hong Kong, se encontraba de vacaciones en Tailandia cuando desapareció
el 17 de octubre de 2015. Nadie sabía nada de él, que parecía haberse
evaporado, cuando tres meses más tarde reapareció llorando en la televisión
estatal china CCTV y, desde un lugar mantenido en secreto, hizo una confesión
autocrítica, de esas que tanto parecn gustarle al régimen de Pekín.
Permaneció encarcelado dos años y salió en libertad,
aunque nunca dejó de estar estrechamente vigilado, a finales de 2017. El 20 de
enero de 2018 fue detenido de nuevo, cuando se encontraba en un tren acompañado
de dos diplomáticos suecos. Se dirigía a la Embajada sueca en Pekín para pasar
un reconocimiento médico, ya que tenía síntomas neurológicos, una secuela del
tiempo que estuvo encarcelado..
Desde entonces está desaparecido. Gui Minhai, conocido
por sus investigaciones sobre la política china, nunca ha regresado a su casa
de Hong Kong ni tampoco le han visto sus familiares suecos que, en 2020, fueron
informados de que le han condenado a diez años de cárcel, sobre la base de
acusaciones, carentes de fundamento, “por haber proporcionado ilegalmente informaciones a extranjeros”, negándole la
posibilidad de establecer cualquier contacto con su única hija, Angela Gui, así
como con el consulado sueco: “Han pasado diez años y no sabemos dónde se
encuentra mi padre ni como fue su juicio. Tenemos que suponer que continúa
vivo, pero no tenemos ninguna certeza”.
(1) El 9 de octubre de 2025, una amplia mayoría del
Parlamento Europeo aprobó una resolución pidiendo por segunda vez la libertad
de Gui Minhai: la primera fue en 2016 acompañada de una denuncia de las
violaciones de los derechos humanos y la libertad de publicación en China.
Para RSF “El caso de Gui Minhai es emblemático de la
campaña de represión del régimen chino contra las voces críticas, en el marco
de una ofensiva creciente, desde la llegada al poder de Xi Jinping en 2012, contra
el derecho a la información. China ocupa el lugar 178 –de 180- en la
Clasificación mundial de la libertad de prensa 2025 de RSF, y sigue siendo la
mayor cárcel del mundo para los periodistas.
Cuando se cumple el décimo aniversario de la
desaparición de gui Minhai, Sarah Brooks, directora de Amnistía Internacional
para China ha declarado que este caso “sigue siendo una aterradora
advertencia para quien se atreva a escribir o publicar ideas que entren en
conflicto con la maquinaria de censura del gobierno. El secuestro, los
procesamientos y las sentencias condenatorias de Gui violan todos los
principios del derecho internacional. El suyo no es un caso aislado de
injusticia, sino uno de los primeros ejemplos de un patrón deliberado de
represión que busca silenciar la disidencia y no duda en ir más allá de las
fronteras de China para conseguirlo.
“Los gobiernos —en particular el de Suecia—,
otros Estados miembros de la Unión Europea y la propia UE no deben permitir que
Gui Minhai caiga en el olvido. Deben seguir exigiendo su libertad de forma
pública y sistemática, ejerciendo presión con todos los instrumentos a su
alcance para instar a las autoridades chinas a que revelen su paradero y le
garanticen acceso a asistencia consular, así como la plena protección de sus
derechos.
“Durante
diez años, China ha mantenido a Gui Minhai oculto a los ojos del mundo, y lo
que es peor, de sus seres queridos, negándole acceso regular a sus familiares y
abogados y atención médica independiente. Este cruel hermetismo debe acabar.
Gui Minhai debe quedar en libertad de inmediato y sin condiciones.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario