lunes, 1 de julio de 2024

“El bus de la vida”, el camino de la esperanza está lleno de baches


Dirigida por Ibon Cormenzana (“Culpa”, “La cima”), productor también, entre otras de la animación “Robot Dreams” (Pablo Berger) que este año ha competido en los Premios Oscar, con Dani Rovira y Susana Abaitua encarnando a los principales personajes, “El bus de la vida” es una estimulante película coral muy musical que narra la historia de un profesor que sueña con triunfar con su guitarra en los escenarios, desplazado a un pueblo del País Vasco donde tendrá la suerte de conocer a un grupo de supervivientes, que le echará una mano en el momento en que se ve obligado a bajar los pies a la tierra.

En el reparto de “El bus de la Vida” encontramos a personajes más o menos entrañables y resignados  que interpretan Elena Irureta (“Patria”, “Políticamente incorrectos”), Antonio Durán “Morris” (“Fariña”, “Ons”), Nagore Aramburu (“La herida”, “Amama”), Amancay Gaztañaga (actriz y música más conocida por su participación en series de la televisión vasca, “Itxaso and the Sea”, “Irati”) y Andrés Gertrúdix (“La herida”, “Morir”) junto a los debutantes  Pablo Scapigliati, Julen Castillo y Miriam Rubio. La película cuenta con colaboraciones especiales de  Roberto Álamo (“La piel que habito”, “Es por tu bien”, “Alegría, tristeza”)  e Iria del Río (“Estrellas de cristal”, “Amanece”, “Infiesto”).  
Rodada en Orduña (Bizkaia), “El bus de la vida”, inspirada en una historia real,   parte de un guion escrito por el realizador  y Eduard Solà,  y cuenta con canciones originales de Manuela Vellés. También se escuchan temas de artistas como Kase O, Los Chikos del Maíz, Fito y Fitipaldis o Rigoberta Bandini y otros grupos de la esfera musical nacional.
Andrés (Dani Rovira), un profesor de música que trabaja en Madrid,  viaja a un pueblo del País Vasco para cubrir la vacante que ha quedado libre en el instituto local. El primer día de clase se desmaya tras haber sentido un fuerte pitido en el oído: el diagnóstico es cáncer. Para recibir tratamiento tiene que desplazarse al hospital de Bilbao y lo hará en “el bus de la vida”, un viejo autocar que conduce Mai (Susana Abaitua), una chica que ha montado un servicio gratuito de traslado de todos los pacientes de la zona.

Gracias a las risas, confidencias y experiencias musicales compartidas con sus compañeros de viaje, día a día Andrés conseguirá la fuerza necesaria para enfrentarse a sus miedos y llegar a cumplir el sueño de subirse a un escenario. 

En mi opinión, lo más interesante de esta historia entrañable de amistad, risas y música,  que encierra mucha solidaridad y mucho amor, ha sido comprobar que Dani Rovira abandona su zona de confort de papeles en comedias, donde además tiene que ser “el gracioso”,   y cumple más que adecuadamente en el registro dramático que le impone esta película de superación, en la que un grupo de personas de diferentes edades y condiciones se convierte en una piña capaz de superar los miedos e impartir esperanza.

 

(1) “El bus de la vida” se podrá ver en los cines de Madrid a partir del próximo miércoles 3 de julio de 2024.

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