Dirigida por Ibon Cormenzana (“Culpa”, “La cima”), productor también, entre otras de la animación “Robot Dreams” (Pablo Berger) que este año ha competido en los Premios Oscar, con Dani Rovira y Susana Abaitua encarnando a los principales personajes, “El bus de la vida” es una estimulante película coral muy musical que narra la historia de un profesor que sueña con triunfar con su guitarra en los escenarios, desplazado a un pueblo del País Vasco donde tendrá la suerte de conocer a un grupo de supervivientes, que le echará una mano en el momento en que se ve obligado a bajar los pies a la tierra.
En el reparto de “El bus de la
Vida” encontramos a personajes más o menos entrañables y resignados que interpretan Elena Irureta (“Patria”,
“Políticamente incorrectos”), Antonio Durán “Morris” (“Fariña”,
“Ons”), Nagore
Aramburu (“La herida”, “Amama”), Amancay Gaztañaga (actriz
y música más conocida por su participación en series de la televisión vasca, “Itxaso and the Sea”, “Irati”) y Andrés
Gertrúdix (“La
herida”, “Morir”) junto a los debutantes Pablo Scapigliati, Julen Castillo y Miriam
Rubio. La
película cuenta con colaboraciones especiales de Roberto Álamo (“La piel que habito”, “Es por
tu bien”, “Alegría, tristeza”) e Iria
del Río
(“Estrellas de cristal”, “Amanece”, “Infiesto”).
Rodada en Orduña (Bizkaia), “El bus de la vida”, inspirada en una historia
real, parte de un guion escrito por el realizador y Eduard Solà, y cuenta
con canciones originales de Manuela
Vellés. También se escuchan temas de artistas como Kase O, Los Chikos del Maíz, Fito y Fitipaldis o Rigoberta Bandini y otros
grupos de la esfera musical nacional.
Andrés
(Dani Rovira), un profesor de música que trabaja en Madrid, viaja a un pueblo del País Vasco para cubrir
la vacante que ha quedado libre en el instituto local. El primer día de clase se
desmaya tras haber sentido un fuerte pitido en el oído: el diagnóstico es
cáncer. Para recibir tratamiento tiene que desplazarse al hospital de Bilbao y
lo hará en “el bus de la vida”, un viejo autocar que conduce Mai (Susana
Abaitua), una chica que ha montado un servicio gratuito de traslado de todos
los pacientes de la zona.
Gracias a las risas, confidencias y experiencias musicales compartidas
con sus compañeros de viaje, día a día Andrés conseguirá la fuerza necesaria
para enfrentarse a sus miedos y llegar a cumplir el sueño de subirse a un
escenario.
En mi opinión, lo más interesante de esta historia entrañable de
amistad, risas y música, que encierra
mucha solidaridad y mucho amor, ha sido comprobar que Dani Rovira abandona su
zona de confort de papeles en comedias, donde además tiene que ser “el gracioso”, y
cumple más que adecuadamente en el registro dramático que le impone esta
película de superación, en la que un grupo de personas de diferentes edades y
condiciones se convierte en una piña capaz de superar los miedos e impartir
esperanza.
(1) “El bus de la vida” se podrá ver en los cines de Madrid a partir
del próximo miércoles 3 de julio de 2024.
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