-“Dejénlo en
manos de Dag”- (expresión acuñada por el presidente Eisenhower que se repetía
en las cancillerías de todo el mundo). Dag Hammarskjöld, diplomático y economista sueco, brillante Secretario General de la ONU de 1953 a 1961, fue asesinado a los 56 años cuando una aeronave de caza pilotada por mercenarios -que defendían al rebelde congoleño Moise Thshombe, autoproclamado presidente de una presunta región libre de Katanga, y defendían sobre todo los intereses mineros del gobierno belga en su antigua colonia del Congo- derribó el avión en el que, quien fuera el segundo Secretario General de la ONU –creada en 1945 por los representantes de 51 estados que ratificaron la Carta de las Naciones Unidas- se dirigía a un aeropuerto de Rodesia para negociar la rendición de Thshombe. Inesperado antihéroe, Dag Hammarskjöld, Premio
Nobe de la Paz a título póstumo, fue
una figura de talla mundial, uno de esos personajes que se echan de menos en
conflictos internacionales como los que estamos viviendo en estos tiempos, a
los que imperativamente hay que volver “para hallar las claves del pasado y
buscar soluciones al presente”. Su gran calidad humana y su compromiso social
son el argumento del thriller político “Hammarskjöld. Lucha por la paz” (Hammarskjold — Fight for Peace,) , dirigido
por el realizador danés Per Fly (“Allegro”,“ Mónica Z”, “Un invierno en Nueva
York”) y perfectamente interpretado
por el actor sueco Mikael Persbrandt (“En un mundo mejor”, “Sex Education”, “Revenge”
Oscar 2011 al Mejor Film Extranjero). “Hammarskjöld »
es una película dramática respetuosa con el personaje, basada en las últimas
semanas de la vida del diplomático, en 1961, en plena guerra fría, tras ocho
años siendo el centro de la política mundial y cuando solo le quedaba un año
de mandato como Secreterio General de la ONU. Después de pasar un fin de
semana en casa de unos amigos en la localidad sueca de Österlen, celebrando
su cumpleaños, subió a un avión en el intento desesperado
de negociar un alto el fuego en el Congo, tras haber enviado a los soldados de la ONU
a realizar su primera operación de guerra. En una misión que
algunos calificaron de imposible y otros de suicida, Dag Hammarskjöld se
empeñó para conseguir un acuerdo de paz con las fuerzas que se habían unido
contra él. La
película nos habla de política y de amistad, de traiciones y de intereses
particulares del mundo en que Hammarsklöld se movía, con especial atención a
la manera en que actuaban quienes defendían los intereses financieros de Bélgica en el Congo, y como sus aliados
naturales dejaron caer a Hammarskjöld en el momento en que los
necesitaba. Las actuaciones del político
congoleño Thshombe apoyadas por los belgas, y la respuesta de la ONU dirigida
por Hammarskjöld, se convirtieron en el campo de batalla donde el diplomático
se jugó la vida. El
mundo de Hammarskjöld era un mundo de limusinas brillantes y habitaciones
oscuras donde los hombres importantes –todos hombres- se encargaban de los
negocios del mundo (en varias secuencias vemos a Hammarskjöld trabajando por
la noche, alumbrado solamente por una lámpara de sobremesa). Un mundo de
diplomáticos que vestían elegantes tres piezas y llevaban lazo de pajarita. Imágenes
en blanco y negro de los informativos de la época le muestran negociando la
liberación de los soldados estadounidenses capturados por China durante la
guerra de Corea, interviniendo en el conflicto por el control del Canal de
Suez y manifestando su inquebrantable determinación de descolonizar los
países africanos. |
El realizador Per Fly muestra a Hammarskjöld como un hombre
ordenado que se ha creado una personalidad pública imperturbable que inspira
confianza, que vive en un lujoso apartamento neoyorquino con la única
compañía de un mono al que llamaba Greenback y un mayordomo fiel, lo que da
idea de la soledad que le acompañaba y el sacrificio que hizo de su vida
personal. En los diarios que escribió, y que se publicaron después de su
muerte, aparece el hombre que escribía poemas y se detenía en el análisis de
sus éxitos y sus fracasos. Fly ha
optado por describir la muerte de Hammarskjöld como un asesinato político,
contradiciendo la versión oficial de la época, que hablaba de accidente. (1) “Hammarskjöld. Lucha por la paz” se estrena
en los cines de Madrid el próximo viernes 26 de abril de 2024. |
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