"Si algo no es imposible, entonces debe haber una manera de hacerlo...".
(Sir Nicholas Winton, 1909 – 2015)
1938. La Alemania nazi entra en Checoeslovaquia reclamando la anexión de la región de los Sudetes. Ante la inminente invasión del país, en la capital, Praga, miles de judíos, gitanos y otras minorías, huyen o se esconden y muchos terminan encerrados en campos de fortuna. Nicholas Winton –“Nicky”-, un agente de bolsa inglés procedente de una familia de origen judío alemán convertida a la religión anglicana, socialista convencido de 29 años, decidió reaccionar y, con algunos amigos y camaradas del Comité británico para los refugiados de Checoeslovaquia, además de la ayuda inestimable de su madre, organizó convoyes para salvar a cientos de niños, mayoritariamente judíos, de una muerte certera en los campos de internamiento, trasladándolos a Inglaterra y poniéndolos en manos de familias de acogida.
Winton y sus compañeros consiguieron hacer
realidad lo inimaginable. Pidió ayuda a la Cámara de los Comunes británica,
recogió dinero, falsificó documentos, colocó anuncios en los periódicos
ingleses y consiguió organizar el viaje de ocho trenes cargados de niños checoeslovacos.
El 14 de marzo de 1939, en vísperas de la invasión nazi de las
regiones checas de Bohemia y Moravia, salió hacia Gran Bretaña el primero de
los ocho trenes que transportaron 669 niños, mayoritariamente judíos. Un noveno
tren, programado para el 3 de septiembre, fue interceptado por hombres de la
Gestapo : Alemania había invadido Polonia dos días antes, la guerra había
comenzado y se cerraron las fronteras. No sobrevivió ninguno de los 250 niños
que se encontraban a bordo de ese último tren.
¿Por qué Nicholas Winton nunca contó este episodio de
su vida? Según el realizador de la película –en cuyo reparto figuran junto a Anthony Hopkins
(“El silencio de los corderos”, “El padre”- https://aqui.madrid/el-padre-el-mejor-anthony-hopkins-en-un-retrato-brutal-sobre-la-demencia-se),
Helena Bonham Carter (“El discurso del rey”, “Alicia en el País de las
maravillas”), Lena Olin (“La novena puerta”, “La insoportable levedad del ser”)
y Johnny Flynn (“Emma”, “The lovers”),
entre otros- “no pretendía mantenerlo en secreto, pero siempre se quejaba de no
haber podido salvar a más niños”. Su compromiso no terminó allí. Después
intentó entrar en la Royal Air Force, pero debido a sus problemas de vista se
quedó en instructor. En la Francia ocupada condujo ambulancias de la Cruz Roja y
después de la guerra se implicó en la restitución de los bienes expoliados por
los nazis.
Esta historia real, desconocida durante décadas, saltó
a las portadas de la actualidad en 1988, cincuenta años después de los hechos, cuando el programa de la BBC “That’s Life” invitó a Nicholas Winton (magníficamente
interpretado por Anthony Hopkins) a contar lo que había vivido en vísperas de la
Segunda Guerra mundial. Winton –que consiguió rescatar a 669 niños en aquellos
días de 1938- acudió al plató sin saber que entre el público se encontraban
varias decenas de los niños –en ese momento ya adultos- que sobrevivieron
gracias a él. La mayoría nunca volvieron a ver a sus padres -casi
todos los que quedaron atrás fueron asesinados-, y tuvieron una vida nueva en
Inglaterra. Al día de hoy se estima que son en torno a cinco mil los
descendientes de aquellos conocidos como « los niños de Nicky ».
Dirigida por James Hawes (un realizador procedente de la televisión
para la que ha hecho telefilms, series y documentales: “Los 39 escalones”, “Enid
Blyton”, “The Challenger”), la película « Una vida. Los niños de Winton”
(One Life”), basada en el libro “If It’s Not
Impossible... : The Life of Sir Nicholas Winton”, escrit0 en 2014 por su hija Bárbara, cuenta la
historia de Nicholas Winton –elevado a la categoría de Sir por la reina Isabel
II y condecorado con la Orden del León Blanco, la mayor distinción del gobierno checo- a quien la prensa bautizó
como “el Schindler británico”, fallecido en 2015 a los 106 años.
Aquella tragedia emocionante ha dado como resultado un
drama de realización tan convencional como clásica, e igualmente emotiva, que
contrapone el heroísmo de algunas personas al horror de un régimen genocida y
se sigue, durante las casi dos horas de proyección, con un nudo en la garganta.
(1) “Una vida. Los niños de Winton” estará en las pantallas
madrileñas a partr del próximo viernes 22 de marzo de 2024.
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