lunes, 25 de marzo de 2024

“Puan”: un canto a la enseñanza pública en un país disfuncional, como tantos

 


Premio del Jurado al Mejor Guión para los directores y autores María Alché (“Familia sumergida”, Premio Horizontes Latinos en el Festival de San Sebastián 2018))  y Benjamín Naishtat (“Historia del miedo”, “Rojo”),  y Concha de Plata a la Mejor Interpretación protagonista para Marcelo Subiotto (Ex aequo con el actor japonés Tatsuya Fuji ) en la edición de 2023 del Festival de San Sebastián, la película argentina “Puan” (“El profesor”) es una clase magistral de interpretación y un homenaje a la enseñanza pública, a cargo del dúo Subiotto/Sbaraglia, acompañados por un meritorio elenco en el que, entre otros, figuran  Julieta Zylberberg, Alejandra Flechner, Cristina banegas, Andrea Frigerio, Mara Bestelli, Gaspar Offenhenden y Lali Espósito.

 

“Puan” (1)  cuenta la historia de Marcelo (Marcelo Subiotto, “Un hombre encantador”, “Ciegos”, “La encomienda”, “La barbarie”), un profesor introvertido y tierno, un hombre esencialmente bueno que lleva años enseñando filosofía política en el edificio de la calle Puan de la Universidad de Buenos Aires (UBA). A la muerte del responsable de la cátedra, y también su mentor y amigo, se presenta la oportunidad de aspirar a sucederle cuando inesperadamente llega de Alemania otro candidato, Rafael (Leonardo Sbaraglia, “Plata quemada”, “Salvador (Puig Antich)”, “Dolor y gloria”, “En terapia”), carismático y seductor, dispuesto a competir por el puesto. A todo esto, el siempre caótico gobierno argentino, ha decidido cerrar la universidad, por falta de liquidez  para continuar pagando a profesores y empleados.

 

 

La misma explicación de todos los años que hace Marcelo del Discurso de Rousseau sobre el origen de la desigualdad entre los hombres se ve interrumpida por la pregunta “Qué hacer?”, con la que una estudiante activista interrumpe la clase recordando la pregunta, formulada por Lenin en 1902, que tanto juego ha dado a sucesivas generaciones de filósofos. La alumna llama a sus compañeros a salir y tomar  las calles al tiempo que lleva al profesor a  reflexionar sobre lo que debe hacer, no solo en su vida profesional y personal, también en su actitud política y social.

 

Marcelo compagina su actividad universitaria, pagada tarde y mal,  con las clases particulares que, una vez por semana, imparte a una aburrida anciana que le paga en dólares y se duerme con sus explicaciones sobre Heidegger, y con unas sesiones de introducción a la filosofía que imparte para adultos en un barrio humilde de Buenos Aires, al que tiene que acudir obligatoriamente acompañado de un gendarme por decisión de las autoridades. Lo que aprovecha para formular al auditorio la pregunta de si la presencia de un hombre armado es la única manera que tiene el estado de proteger a sus ciudadanos. También ha aceptado sustituir al catedrático fallecido en un encuentro en Bolivia con un grupo de habitantes autóctonos.

 

Marcelo tiene un padre,  una mujer feminista y militante y un hijo preadolescente al que decepciona –como todos los padres- cuando falta a la reunión en que había prometido cantar un tango para sus amigos. Un tango que flota, sin llegar a expresarse, en toda la película, y que surge naturalmente cuando el profesor de filosofía se encuentra frente al grupo de bolivianos: “Sombras que se alargan en la noche del dolor. / Náufragos del mundo que han perdido el corazón. / Torvo cementerio de las naves que al morir / sueñan sin embargo que hacía el mar han de partir”.

 

 

 

(1) “Puan” se puede ver en las pantallas madrileñas a partir del miércoles 27 de marzo de 2024.

 


 


 


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