La buena noticia –dicen los
realizadores de esta película- es que hay mucha esperanza. Existe la
tecnología capaz de crear suficiente energía limpia para toda la economía mundial
y para evitar una catástrofe climática total
Se
trata de la secuela del documental ganador del Oscar de 2006 “Una verdad muy incómoda”, alegato de Al
Gore (1), exvicepresidente de Estados Unidos, en favor de una política
ecológica mundial más responsable.
¿Qué ha pasado desde
entonces? En esta segunda entrega
documental vemos al propio Gore concienciando a futuros activistas en
encuentros de tipo seminario o arengándoles desde los escenarios. Asistimos a
la respuesta de expertos que comentan el innegable aumento de la temperatura en
todo el planeta. Nos enteramos de que los catorce años más calientes son
posteriores a 2001 y visitamos lugares donde han ocurrido
catástrofes naturales (como dice Irving Allen « las condidiones
meteorológicas extremas son muy cinematográficas »).
En
suma, que Gore –a pesar del entusiasmo y la pasión que ponen en esta cruzada
tanto él, como sus seguidores, y a pesar del pronóstico de que los peligros del
cambio climático se pueden superar- anuncia un futuro tan poco alentador como
lo ha sido el pasado. Y eso que esta película se realizó antes de la llegada de
Trump a la Casa Blanca (a lo largo de los años 2015 y 2016), su rechazo de las
afirmaciones científicas que prueban que el planeta es cada vez más caliente y la posterior salida de Estados Unidos del
Acuerdo de París. Porque, una vez más, parece que el resumen es que la
industria se impone sobre la política, las fábricas siguen contaminando y los
gobiernos muestran escaso o nulo interés en la promoción de las energías
limpias.
Parece
que ya se ha dicho todo, o casi, y uestro planeta se va a morir si no actuamos
ya. Si no nos ponemos en
marcha, el tiempo se nos acaba. Este es el mensaje que han querido transmitir
también los directores Bonni Cohen y Jon Shenk. "El cine –dijo Al Gore en la rueda de prensa
al presentar el documental en el último Festival de Cannes- es un medio capital
para transmitir un mensaje poderoso que el mundo debe escuchar. Cuando la gente
va a al cine y está pendiente durante 90 minutos, o dos horas, hay una
oportunidad sin precedentes para que reciba una narrativa pensada”.
El exvicepresidente y Premio Nobel de la
Paz 2007 (compartido con el Panel Internacional sobre los cambios climático) Albert
Arnold Gore Jr (Washington, 1948) ha
hecho de nuevo una película militante de la lucha contra el cambio climático,
un documental muy poco optimista pese a que constata los esfuerzos de algunos
gobiernos en los once años que separan las dos entregas. Esta segunda no es ni
mejor ni peor que la primera, es una continuación: “Me impactó- ha confesado
Gore- la reacción del público a mi primer documental que resultó ser una
película cautivadora y convincente, pese a las dudas que yo tenía inicialmente,
debidas a mi desconocimiento del cine. No soy yo quien debe pronunciarse sobre
el alcance histórico de esta obra. Lo que si puedo asegurar es que viajo a las
cuatro esquinas del planeta para concienciar acerca de las soluciones
rentables, que existen, contra el cambio climático. Y que encuentro mucha gente
que me dice que mis películas han
contribuido a su militantismo ecológico”.
(1) Al Gore es también autor de best-sellers
literarios como “Urgencia Planeta Tierra”, “El ataque contra la razón”, “Elegir
ahora”, “Una verdad incómoda” y,
recientemente, “The Future: Six Drivers of Global Change”.
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