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Bloques de piedra bajo el puente de Porte Chapelle |
«Liberté, Egalité, Fraternité».
Desde el sábado 11 de marzo de 2017, las tres palabras que son el lema de la
República Francesa desde la Revolución de 1789, y que figuran en la
Constitución del país desde 1958, están grabadas en los bloques de piedra que
la alcaldía de París instaló el 10 de febrero bajo el puente ferroviario de la
Porte de la Chapelle, en el distrito 18 de la capital francesa, donde un
numeroso grupo de migrantes “ilegales” se protegía de la intemperie y dormía.
El colectivo de escultores, Coeurs
de Pierre et Solidaires (Corazones de piedra y solidarios) han estado tallando
las piedras durante dos fines de semana en señal de solidaridad con los
migrantes que se habían instalado allí -“un solar de tierra y detritus atascado
entre las ruidosas calzadas del boulevard”, según Nouvel Obs- en espera de
encontrar un lugar en el cercano centro de acogida del Boulevard Ney, que
cuenta con 400 plazas y está gestionado por la asociación humanitaria Emmaüs
Solidarité desde su apertura en noviembre de 2016, y de protesta contra la
actitud de la alcaldesa, Anne Hidalgo, responsable de que las enormes piedras
se hayan colocado estratégicamente “de manera casi científica para que nadie
pueda tumbarse completamente”, en palabras de Clarisse Bouthier, miembro del
colectivo Solidarité migrants Wilson, que diariamente sirve el desayuno a los
migrantes.
"Es una situación indigna para
los migrantes. Debemos recordar que las piedras sirven para construir edificios
y puentes, pero no para hacer esto», explicó a la emisora France Info uno de
los escultores el 25 de febrero. “No somos militantes, solo ciudadanos que
prestamos atención a lo que ocurre. Venimos con el mono de trabajo para hacer
nuestro trabajo (…) La idea es reducir un poco el tamaño de los bloques con
nuestras herramientas para crear un espacio de vida y transformar el bloque más
grande en una mesa comunitaria”.
Según fuentes citadas por la
Agencia France Press serían unos 400 los migrantes que viven en los alrededores
del centro de acogida, algunos de ellos procedentes de la “Jungla de Calais”
-campamentos donde miles de migrantes y refugiados esperaban la oportunidad de
poder pasar a Reino Unido en algunos de los camiones que hacen el trayecto
entre los dos países por el túnel submarino- que fue desmantelada en octubre de
2016. Antes de la apertura del centro de Ney, la alcaldía instaló en el mismo
lugar barreras metálicas y otras piedras.
La alcaldía parisina ha salido al
pase de la polémica suscitada por la instalación de los bloques de piedra bajo
el puente -“Esta ocupación hostil del espacio público con medios públicos es
indigna”, aseguran las asociaciones humanitarias que califican la instalación
de “peñasco anti-migrantes”- con un comunicado que no convence a nadie, en el
que asegura que no se trata de “una estrategia anti migrantes”, sino de
“impedir un campamento salvaje” en un lugar donde está previsto hacer obras
próximamente, utilizando esas piedras.
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